Un destacado expiloto ha sido honrado por su extensa contribución al motociclismo. Este sábado, durante la feria Antic Auto Alicante 2025, se celebró un tributo a Pedro Cegarra, quien obtuvo el campeonato de España en 1982. Originario de Cartagena pero adoptado por Alicante, Cegarra fue reconocido en IFA por BSC Bultaco Sport Club. A lo largo de su carrera, Cegarra enfrentó desafíos significativos con la Federación y logró triunfos notables.
En un día soleado y lleno de emoción, la ciudad de Alicante se vistió de gala para rendir homenaje a uno de sus hijos adoptivos más queridos. Durante la feria Antic Auto Alicante 2025, que tuvo lugar este sábado, el stand montado por BSC Bultaco Sport Club fue testigo de un momento histórico. Pedro Cegarra, nacido en Cartagena en 1938 y ahora residente en Alicante, recibió una medalla en reconocimiento a su trayectoria excepcional en el motociclismo.
El honor no solo celebra su victoria como campeón de España en la categoría de 125cc en 1982, sino también su papel crucial en la promoción del deporte. Con 44 años, Cegarra demostró que la experiencia y la pasión pueden superar cualquier obstáculo. Montando una Sanvenero, una motocicleta equipada con tecnología avanzada para la época, logró conquistar el título nacional.
Sin embargo, su legado va más allá de las pistas. Cegarra fue un defensor incansable de los pilotos jóvenes y talentosos, luchando contra la Federación para permitir la participación de figuras como Ángel Nieto y Sito Pons en competiciones nacionales. Su determinación llevó a momentos de tensión, pero finalmente, su perseverancia prevaleció, enriqueciendo el mundo del motociclismo español.
Desde entonces, Cegarra ha dejado una huella indeleble en el deporte, inspirando a generaciones de pilotos y aficionados.
Este homenaje es un testimonio del impacto duradero que Pedro Cegarra ha tenido en el motociclismo español, recordándonos que la pasión y la persistencia son clave para alcanzar grandes logros.
Como periodista, esta ceremonia me hace reflexionar sobre la importancia de reconocer y honrar a aquellos que han dedicado gran parte de sus vidas a enriquecer nuestras comunidades. El ejemplo de Pedro Cegarra nos enseña que, sin importar las dificultades, la dedicación y la pasión pueden llevarnos a lugares insospechados. Este homenaje no solo celebra el pasado, sino que también inspira a los jóvenes a seguir sus sueños y a nunca rendirse ante los desafíos.