En un partido reciente entre el Espanyol y el Athletic, celebrado en Cornellà-El Prat, se vivieron momentos de tensión debido a los insultos racistas dirigidos a Maroan Sannadi, jugador del Athletic. Iñaki Williams, capitán del equipo visitante, informó al árbitro sobre lo ocurrido, lo que llevó a la activación del protocolo antirracista. Este incidente, que no es el primero en este estadio, generó una pausa en el juego y mensajes claros contra la discriminación. A pesar de las medidas tomadas, Williams fue abucheado durante varias ocasiones. El evento resalta la persistencia de problemas raciales en el fútbol y la necesidad de fortalecer acciones preventivas.
El 16 de febrero de 2025, el enfrentamiento entre el Espanyol y el Athletic en Cornellà-El Prat se vio interrumpido por incidentes de racismo. En el minuto 18 del partido, Iñaki Williams, capitán del Athletic, notificó al árbitro Guillermo Cuadra Fernández sobre los insultos racistas dirigidos a su compañero Maroan Sannadi. Este hecho activó el protocolo oficial para casos de discriminación racial, causando una breve suspensión del encuentro. Los sistemas de megafonía y videomarcadores transmitieron mensajes enfáticos contra la violencia y la xenofobia en el deporte. Ambos clubes reforzaron estos mensajes en sus redes sociales.
Aunque el partido pudo continuar tras la intervención, Iñaki Williams experimentó abucheos cada vez que tocaba el balón. Sannadi, nacido en Vitoria de padres marroquíes, fue el blanco de comentarios ofensivos como "puto moro". Williams expresó su preocupación ante los micrófonos de Movistar LaLiga, recordando que situaciones similares habían ocurrido antes, incluyendo cuando él mismo fue víctima en enero de 2020. En aquel entonces, uno de los aficionados involucrados llegó a ser juzgado, con el fiscal solicitando hasta dos años de cárcel.
Ernesto Valverde, entrenador del Athletic, comentó sobre la importancia de trabajar en conjunto para erradicar este tipo de incidentes. Destacó que tales eventos son lamentables, no solo cuando afectan a sus jugadores, sino también a los rivales. Además, Valverde defendió a su portero Unai Simón, quien cometió un error que permitió a Roberto anotar el primer gol para el Espanyol. Sin embargo, Oihan Sancet logró empatar el marcador con un disparo de volea, manteniendo la igualdad hasta el final del partido.
Manolo González, técnico del Espanyol, reconoció que estos incidentes no representan a la afición del club, considerada una de las mejores de Primera División. Subrayó la dificultad de controlar a todos los espectadores y mencionó que él mismo ha sido objeto de insultos en otros estadios. La situación subraya la urgencia de implementar medidas más efectivas para combatir la violencia y el racismo en el fútbol, asegurando que todos los jugadores puedan competir en un ambiente libre de discriminación.