La disputa salarial entre Kylian Mbappé y su exequipo, el París Saint-Germain (PSG), ha tomado un giro dramático. Los representantes legales del futbolista han logrado embargar temporalmente las cuentas del club por una cantidad de 55 millones de euros, argumentando que estas cantidades están pendientes de pago según un acuerdo verbal previo. El PSG, por su parte, niega la validez de este pacto debido a su carácter no registrado oficialmente. La situación amenaza con afectar la participación del equipo en competiciones europeas si no se resuelve pronto.
El caso también incluye acusaciones penales contra el PSG por presuntos ataques al honor e imagen de Mbappé y su familia. A pesar de las tensiones, ambas partes mantienen sus posturas: los abogados del jugador apelan al derecho laboral y deportivo para respaldar su reclamación, mientras que el club insiste en resolver el conflicto exclusivamente a través de tribunales especializados en temas laborales.
Los abogados de Mbappé han obtenido un embargo preventivo sobre las cuentas bancarias del PSG hasta que se pague la suma reclamada. Este paso legal refuerza la estrategia del futbolista para ejercer presión sobre el club y asegurar el cumplimiento de lo que consideran un acuerdo válido. Además, las acciones penales buscan proteger la reputación del jugador frente a supuestas campañas difamatorias.
En detalle, el equipo legal de Mbappé ha presentado pruebas ante los tribunales para demostrar que el jugador y su familia han sido objeto de mensajes injuriosos que podrían ser parte de una táctica de intimidación por parte del PSG. Estas medidas incluyen el bloqueo de activos financieros del club como garantía del monto reclamado, además de investigaciones penales paralelas. Según Delphine Verheyden, la representante legal de Mbappé, estos pasos son necesarios porque “el tiempo de espera ha sido excesivo”. Asegura que todas las instancias deportivas han validado la posición de su cliente, fortaleciendo aún más su caso.
El PSG afirma que solo la justicia laboral puede resolver este conflicto, basándose en la falta de registro oficial del acuerdo verbal mencionado por Mbappé. En contraste, los abogados del jugador sostienen que dicho acuerdo carece de validez legal debido a la ausencia de formalización documental. Este desacuerdo podría extenderse hacia posibles sanciones internacionales para el club.
Desde el punto de vista jurídico, el PSG está preparado para presentar evidencias y testimonios que prueben la existencia del pacto verbal, aunque reconoce que no fue registrado oficialmente en la liga francesa. Por otro lado, los defensores de Mbappé argumentan que cualquier acuerdo sin registro es inválido bajo las leyes deportivas francesas. Más allá del ámbito nacional, existe la amenaza de que el PSG sea excluido de competiciones europeas si no liquida su deuda con el jugador. Esto surge tras una solicitud formal enviada a la Federación Francesa de Fútbol (FFF) para comunicar la situación a la UEFA. Según Verheyden, esta medida busca garantizar que “el derecho esté siempre del lado de su cliente”, independientemente de las influencias políticas o económicas del presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi.