En el contexto de uno de los enfrentamientos más importantes de esta temporada continental, Carlo Ancelotti y Jude Bellingham ofrecieron sus perspectivas previas al crucial partido contra el Arsenal. Con una remontada necesaria tras un marcador adverso de 3-0 en el encuentro inicial, ambos destacaron la importancia de la mentalidad y el esfuerzo colectivo para revertir la situación. Ancelotti subrayó que será necesario "cabeza, corazón... y cojones", mientras que Bellingham habló sobre la motivación intrínseca del equipo.
El discurso del entrenador italiano enfatizó la eficacia táctica y emocional, asegurando que la clave estará en la conexión entre calidad técnica, físico y actitud. Por su parte, el mediocampista inglés mencionó cómo el vestuario se ha preparado psicológicamente con historias icónicas del pasado glorioso del club, como la épica remontada ante el Anderlecht.
Jude Bellingham desempeñó un papel central en la preparación emocional del equipo, destacando cómo el concepto de remontada se ha convertido en una palabra recurrente dentro del vestuario. Él explicó cómo las lecciones históricas del Real Madrid han inspirado a los jugadores a creer en sí mismos y en sus capacidades colectivas.
Con más de cien medios presentes, Bellingham resaltó la confianza del grupo en superar momentos difíciles, citando ejemplos pasados del club donde el espíritu de lucha fue fundamental. Reconoció que aunque hubo partidos en los que no estuvieron al nivel deseado, ahora el enfoque está en aprender de esos errores y elevar el nivel de atención. Su optimismo radica en la convicción de que el talento del equipo puede llevarlos a logros extraordinarios si están mentalmente preparados.
Ancelotti enfatizó que el éxito no depende únicamente de correr más que el rival, sino de hacerlo de manera inteligente y estratégica. Reconociendo que la eficiencia será clave, afirmó que buscarán un juego intenso y presionante para recuperar el control perdido en el primer encuentro.
El técnico italiano también se refirió a las charlas previas al partido, explicando que su objetivo es transmitir tranquilidad y claridad conceptual a los jugadores. Según él, la motivación ya está presente, pero lo importante será canalizarla adecuadamente durante el desarrollo del juego. Subrayó que no hay lugar para la magia ni atajos, sino para un enfoque disciplinado y comprometido desde el inicio hasta el final. Para Ancelotti, este tipo de partidos exige que cada jugador saque lo mejor de sí mismo, conectando calidad técnica con determinación física y emocional.