En el vasto panorama del cine asiático, una película animada basada en la mitología china ha logrado un éxito extraordinario. Ne Zha 2, la secuela de las aventuras del joven héroe que combate demonios, se ha convertido en un fenómeno sin precedentes en la taquilla china. En apenas diez días desde su estreno, coincidiendo con las vacaciones del Año Nuevo Chino, la cinta ha recaudado más de 8.000 millones de yuanes, superando récords y desbancando a grandes producciones internacionales. Este triunfo no solo refleja el poder de la narrativa tradicional adaptada al público moderno, sino también la resiliencia de una industria cinematográfica que enfrenta desafíos significativos.
El protagonista de esta historia es Ne Zha, un niño dotado de habilidades sobrenaturales nacido de una esfera de energía cósmica. Tras haber sacrificado su vida para proteger a su pueblo en la primera entrega, Ne Zha regresa gracias a la intervención divina que reconstruye su espíritu con hojas de loto mágicas. Ahora, enfrenta una nueva amenaza: un antiguo demonio que ha despertado. Su misión es reunir a otros héroes caídos para combatir esta fuerza oscura. La trama está inspirada en el clásico literario "Fengshen Yanyi", una novela del siglo XVI que narra guerras entre dioses y demonios, así como en otras leyendas chinas.
El éxito de Ne Zha 2 no es solo un hito económico, sino también un testimonio de cómo los relatos tradicionales pueden resonar profundamente con las nuevas generaciones. Según críticos locales, el film destaca por sus personajes bien desarrollados y su adaptación contemporánea de una historia atemporal. Además, la película ha superado a grandes éxitos globales como "La batalla del lago Changjin" y ha incluso eclipsado a blockbusters internacionales como "Avengers: Endgame". Este triunfo ha revitalizado una industria que ha experimentado una disminución constante en los últimos años.
A pesar de este éxito, la industria cinematográfica china enfrenta desafíos significativos. Las salas de cine pierden cada vez más espectadores, especialmente entre los jóvenes, y los ingresos por entradas han caído considerablemente. Factores como la economía inestable y el surgimiento de plataformas de streaming como iQIYI, junto con el fenómeno de los microdramas, han cambiado la forma en que el público consume contenido audiovisual. Estos formatos cortos, que combinan elementos de TikTok y Netflix, han ganado popularidad entre los jóvenes, quienes prefieren consumir contenido rápido y accesible desde sus dispositivos móviles.
Este nuevo entorno digital ha llevado a las grandes compañías cinematográficas a invertir en la producción de microdramas, un formato que ya mueve miles de millones de euros anualmente. Mientras tanto, la Administración Cinematográfica china controla estrictamente el número de películas extranjeras que pueden estrenarse en el país, lo que limita la presencia de Hollywood. En este contexto, el éxito de Ne Zha 2 representa un rayo de esperanza para una industria que busca mantenerse relevante en tiempos cambiantes.