Antes del inicio del Gran Premio de Miami, un imprevisto meteorológico llevó a la cancelación de una prueba de la F1 Academy debido a una tormenta intensa que azotó el Hard Rock Stadium. Con probabilidades significativas de lluvia fuerte durante la carrera principal y la amenaza de tormentas eléctricas, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) activó un protocolo especial para garantizar la seguridad. Este nuevo procedimiento incluye medidas específicas para detener la carrera si las condiciones climáticas lo requieren, destacándose la diferencia clave respecto al protocolo habitual: los vehículos regresarán al pit-lane y permanecerán en sus garajes en lugar de quedarse en la calle de boxes.
El documento técnico emitido por la FIA establece que, en caso de interrupción por bandera roja debido a una tormenta eléctrica, los autos serán trasladados a sus respectivos boxes. Una vez se determine la reanudación de la competencia, con un aviso previo de 18 minutos, cada equipo deberá organizar el empuje de los monoplazas según el orden establecido antes de la pausa. Esta medida busca evitar riesgos adicionales en situaciones extremas donde la electricidad estática podría representar peligros para pilotos y personal técnico.
Aunque este protocolo no implica automáticamente la suspensión del Gran Premio en caso de tormenta eléctrica, las normativas generales de la Fórmula 1 indican que cualquier carrera no puede extenderse más allá de dos horas desde su inicio oficial ni tres horas desde el comienzo del procedimiento de salida. En otras palabras, si dentro de este margen temporal no es posible completar las 57 vueltas programadas para el GP de Miami, la carrera podría declararse concluida, distribuyendo los puntos de acuerdo con las vueltas realizadas hasta ese momento.
La incertidumbre climática característica de Miami añade un componente adicional de suspense a la competición. Mientras que la ceremonia previa al evento, incluyendo un desfile de pilotos en coloridos coches temáticos de LEGO, transcurrió bajo un sol radiante, las tormentas repentinas como la que afectó a la F1 Academy subrayan la necesidad de estar preparados para todo tipo de eventualidades.
Con estas medidas preventivas, la organización del GP de Miami demuestra su compromiso con la seguridad de todos los involucrados. A pesar de las condiciones climáticas impredecibles, el espectáculo sigue siendo prioritario, siempre dentro de los límites estrictos establecidos por las regulaciones deportivas y de seguridad.