El regreso del tenista italiano Jannik Sinner al circuito profesional ha generado gran expectativa en el mundo del tenis. En su primera aparición pública tras tres meses alejado de las canchas, destacó que su enfoque principal es prepararse para Roland Garros. Aunque participará en Roma, su intención no es forzar resultados. "Mi verdadero objetivo está en París", expresó durante una conferencia de prensa abarrotada por periodistas internacionales. Reconoció que volver a la competencia después de un largo período fuera supone un desafío, pero aseguró sentirse físicamente listo para enfrentarlo.

La ausencia de Sinner fue marcada por una situación compleja relacionada con un positivo en clostebol, lo que provocó su separación temporal del deporte. Durante este tiempo, mantuvo una actitud reflexiva sobre su carrera y vida personal. "Fue un año difícil, lleno de presión y silencios", comentó respecto a 2024. A pesar de las críticas recibidas, afirmó haber aprendido valiosas lecciones y reiteró su inocencia. Además, reveló que consideró abandonar todo, pero decidió enfocarse en recuperarse tanto mental como físicamente. Su pausa le permitió reconectar con sus raíces y disfrutar momentos íntimos con familiares y amigos.

Con una actitud renovada, Sinner enfatizó que siente mayor libertad ahora que antes. “He comprendido que rodearme de personas que comparten mi ritmo es esencial”, indicó. Su regreso marca un nuevo capítulo en su trayectoria, donde busca equilibrar el éxito con su esencia personal. En Roma, enfrentará nuevos retos en su camino hacia los cuartos de final, donde podría cruzarse con Casper Ruud. Este episodio refleja cómo incluso en los momentos más difíciles, el aprendizaje y la resilencia pueden abrir nuevas oportunidades para avanzar con determinación y optimismo.