Culturas
Retrato íntimo de Javier Marías: ante los imbéciles y la vulgaridad
2024-12-03
En el invierno de 2015, tuve la oportunidad de conocer a Javier Marías a través de mi amigo Andrés Prado. Éste me invitó a acompañarlo a la Escuela de Letras, donde estaba cursando un curso de escritura creativa. Fuimos juntos desde el Instituto Montserrat para asistir a la clase que Marías iba a impartir sobre una de sus novelas favoritas. Creo que fue un martes o un jueves, a las 19.00.

Descubre la Historia Detrás de la Encounter con Javier Marías

Primera Parte: El Inicio de la Encounter

En aquel invierno de 2015, mi amigo Andrés Prado me presentó la oportunidad de conocer a Javier Marías. Era una experiencia única y memorable. Ir juntos al Instituto Montserrat y luego a la Escuela de Letras era como comenzar un viaje literario. Marías, con su presencia y sabiduría, nos atrajo desde el primer momento.

Recuerdo claramente cómo caminábamos juntos hacia la escuela, hablando de diferentes temas literarios y filosoficos. Andrés me contó sobre sus experiencias previas con Marías y cómo estaba ansioso por que yo también pudiera conocerlo. Era una sensación especial, como si estuviéramos a punto de entrar en un mundo lleno de poesía y creatividad.

Segunda Parte: La Clase en la Escuela de Letras

Cuando llegamos a la Escuela de Letras, el ambiente era lleno de energía y expectativa. Marías estaba listo para impartir su clase sobre una de sus novelas preferidas. Su voz suave y profunda nos cautivó desde el primer momento.

Escuchamos atentamente cómo Marías analizaba la estructura y el significado de la novela. Sus palabras eran como un hilo de seda que nos enredaba en la historia y nos hacía ver las cosas de una manera diferente. Fue una experiencia educativa y emocionante al mismo tiempo. Cada palabra que salía de su boca parecía tener un significado profundo y lleno de sabiduría.

Durante la clase, notamos cómo Marías interactuaba con los estudiantes. Su capacidad para transmitir su amor por la literatura era impresionante. Nos hizo sentir que cada uno de nosotros podía ser un escritor talentoso si trabajábamos duro y teníamos la pasión.

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