El pasado 22 de enero, la Fundación Fomento de Turismo de Menorca organizó un evento exclusivo en el restaurante inmersivo Sinestesia de Madrid. Este encuentro, que se celebró durante la Feria Internacional de Turismo (FITUR), reunió a 18 destacadas personalidades enamoradas de Menorca para rendir homenaje a su fidelidad y promoción del turismo sostenible en la isla. La velada ofreció una experiencia única que combinaba una propuesta culinaria excepcional con elementos inmersivos que representaban la singularidad de Menorca.
Este evento fue una oportunidad perfecta para honrar a estas 18 damas que han sido fieles defensoras de Menorca durante años. Entre las invitadas se encontraban figuras reconocidas del mundo de la cultura y los medios, quienes han ayudado a promover la isla como destino turístico responsable. El acto sirvió para mostrar gratitud por su apoyo continuo y compromiso con la conservación del patrimonio natural y cultural de Menorca.
Las invitadas fueron recibidas por Adolfo Vilafranca, Begoña Mercadal y Juana Mari Pons Torres, representantes importantes de la fundación y el gobierno insular. Estas personalidades destacaron la importancia de preservar la esencia de Menorca mientras se promueve el turismo responsable. Las damas presentes no solo son admiradoras de la isla, sino también embajadoras clave que contribuyen a difundir sus valores y riquezas culturales. Su participación en este encuentro simbolizaba el vínculo emocional y el compromiso duradero con este hermoso destino mediterráneo.
La noche estelar contó con una propuesta gastronómica elaborada por dos talentosos chefs: Kiko Moya, poseedor de dos estrellas Michelin, y José María Borràs, una joven promesa menorquina. Juntos crearon un menú que fusionaba técnicas innovadoras con ingredientes locales, reflejando así la identidad culinaria de la isla. Los comensales disfrutaron de ocho platos que narraban la historia de Menorca a través de sabores auténticos y experiencias sensoriales únicas.
Cada plato fue presentado con detalle por los chefs, quienes explicaron el significado detrás de cada creación. Esta experiencia culinaria no solo deleitó los paladares, sino que también permitió a las invitadas sumergirse en la cultura y tradiciones de Menorca. Además, el ambiente inmersivo del restaurante Sinestesia, con sus colores vibrantes y elementos inspirados en la naturaleza y cultura de la isla, complementó perfectamente la propuesta gastronómica. El resultado fue una velada memorable que celebró la belleza y diversidad de Menorca, conectando a las asistentes con la esencia misma de este tesoro mediterráneo.