En el mundo del MotoGP, los comienzos triunfales no son cosa común. Sin embargo, Marc Márquez ha logrado un hito que se remonta a hace más de una década. El piloto español, en su debut con Ducati, consiguió llevar a la marca italiana al podio más alto, rompiendo una racha que databa del año 2010, cuando Fernando Alonso obtuvo su primera victoria con Ferrari en Fórmula 1. Este evento no solo destaca por su rareza, sino también por la similitud con otras hazañas históricas en el motociclismo y la automovilística.
El pasado domingo en Tailandia marcó el regreso triunfal de Márquez a lo más alto del podio después de casi cinco años. Esta victoria no solo es un hito personal para el octocampeón, sino que también abre nuevas expectativas para su temporada 2025. La última vez que Márquez comenzó un campeonato con una victoria fue en 2014, año en el que finalizó como campeón mundial. Aunque es temprano para hacer predicciones, este inicio prometedor invita a soñar con un desenlace similar.
La historia de las primeras victorias con marcas italianas está llena de momentos memorables. Casey Stoner, en 2007, fue el último piloto en conseguirlo con Ducati en el Gran Premio de Qatar. No solo ganó la carrera, sino que también terminó ese año como campeón mundial. Márquez, consciente de esta referencia, no solo igualó el resultado de Stoner, sino que mejoró su actuación al obtener la pole position y triunfar en una carrera sprint, algo que Stoner no pudo lograr en aquella ocasión.
A pesar de que otros grandes nombres como Valentino Rossi y Pecco Bagnaia han vestido los colores de Ducati, ninguno había conseguido un debut tan impresionante como el de Márquez. Este logro le sitúa en un lugar privilegiado junto a figuras legendarias como Mario Andretti y Nigel Mansell, quienes también obtuvieron victorias en sus estrenos con Ferrari, aunque sin llegar a conquistar el campeonato mundial ese mismo año.
Márquez ha demostrado que, aunque los inicios pueden ser inciertos, un desempeño excepcional puede marcar el camino hacia el éxito. Su victoria en Tailandia no solo es un recordatorio de su talento, sino también un testimonio de que los nuevos comienzos, cuando están bien ejecutados, pueden abrir puertas hacia grandes logros. El futuro de Márquez con Ducati parece brillante, y la historia sugiere que este podría ser solo el principio de una nueva era dorada para ambos.