Después de años alejado del sabor de la victoria, Sébastien Buemi logró un emocionante triunfo en la segunda carrera de Mónaco dentro del campeonato de la Fórmula E. Este evento marcó el regreso a lo más alto del podio para el piloto suizo, quien había estado inactivo desde su última victoria en Nueva York 2019. Con este éxito, Buemi estableció nuevos récords en el campeonato y dejó claro que aún posee la capacidad de competir con los mejores, incluido el líder actual, Oliver Rowland.
El trayecto de Buemi hacia esta victoria no fue sencillo. Desde su salida de la Fórmula 1 tras la temporada 2011, donde nunca logró ubicarse entre los cinco primeros durante sus tres años con Toro Rosso, se ha destacado en otras disciplinas como el WEC y la propia Fórmula E. En el Mundial de Resistencia con Toyota, acumuló numerosas victorias desde su incorporación en 2013, excepto en las temporadas 2015 y 2016. En la Fórmula E, consiguió brillar especialmente en sus primeros años, alcanzando incluso el título en 2016. Sin embargo, desde entonces, su desempeño había disminuido considerablemente hasta quebrar una sequía de 78 carreras en Mónaco.
Este triunfo tuvo un impacto profundo tanto en el historial del campeonato como en la carrera de Buemi. Al superar la barrera de los 1.000 puntos en su trayectoria, se alinea con otros grandes nombres del deporte, como Jean-Éric Vergne y Lucas Di Grassi. Además, su victoria le permitió empatar el récord de 14 triunfos en la categoría, consolidándose como uno de los pilotos más exitosos de la historia de la Fórmula E.
Durante la conferencia de prensa posterior a la carrera, Buemi reconoció la mezcla de suerte y habilidad que contribuyó a su éxito. Expresó cómo activó el Modo Ataque en el momento justo y logró adelantar rápidamente a rivales clave como Rowland, De Vries y Vergne. Esta estrategia le permitió construir una ventaja significativa que mantuvo hasta el final, evitando incidentes o coches de seguridad que podrían haber alterado el resultado.
A pesar de este notable regreso, Buemi enfrenta incertidumbre sobre su futuro en la Fórmula E debido a conflictos de calendario con el WEC. Reconoce que tendrá que evaluar si es factible continuar compitiendo en ambos campeonatos simultáneamente. En su reflexión sobre la larga espera por esta victoria, confesó haber dudado de sí mismo en momentos difíciles, pero enfatizó la importancia de aprender de errores pasados y seguir mejorando.
Con este triunfo, Buemi demuestra que aún tiene mucho que ofrecer al automovilismo eléctrico. Su habilidad para adaptarse a diferentes escenarios y mantenerse competitivo a lo largo de su carrera lo convierte en un ejemplo inspirador dentro del mundo de las carreras. Este resultado podría marcar un punto de inflexión en su decisión de continuar en la Fórmula E o priorizar otros compromisos profesionales.