Una batalla legal se avecina entre la plataforma de streaming Netflix y Rosa Peral, condenada por un crimen que ha resonado en los medios. El conflicto surge a partir de la serie "El cuerpo en llamas", que presenta una versión ficticia de los hechos que llevaron a la condena de Peral. La controversia se centra en cómo la ficción ha retratado no solo a Peral sino también a su hija, quien es representada en situaciones que nunca ocurrieron.

Los abogados de Peral argumentan que la serie ha distorsionado eventos y ha creado escenas que no tienen base en la realidad judicial. Según la demanda, estos elementos ficticios han causado un grave daño emocional y psicológico a la hija de Peral, quien actualmente tiene 14 años y vive con su padre. La serie, protagonizada por Úrsula Corberó como Peral, presenta a la menor en diversos momentos dramáticos, incluyendo pesadillas y discusiones con su madre, lo cual no está respaldado por las pruebas presentadas en el juicio original.

La representación de Peral ensangrentada tras un presunto asesinato es uno de los puntos más controvertidos. Aunque esta imagen apareció durante el juicio, fue descartada por el juez debido a su falta de evidencia directa. Sin embargo, la serie ha explotado este momento, atribuyéndole un papel central en la trama y afectando la percepción pública de Peral y su hija. La demanda cuestiona la necesidad de involucrar a la menor en la narrativa y sugiere que esto se hizo para aumentar la atracción del producto audiovisual.

Este caso plantea importantes preguntas sobre los límites de la libertad creativa en la ficción cuando se basa en hechos reales, especialmente cuando involucra a menores. Es fundamental que las plataformas de contenido respeten los derechos individuales y eviten causar daños innecesarios. Este litigio podría sentar un precedente importante sobre cómo se manejan las historias sensibles y mediáticas en la industria del entretenimiento, destacando la importancia de la responsabilidad y el respeto hacia las personas involucradas.