El ADN humano contiene una cantidad fascinante de información genética, pero ¿cuánto exactamente? Según un análisis reciente, la cifra se aproxima a unos 575 megabytes. Este cálculo considera factores como las propiedades diploides del ser humano y la posibilidad de comprimir dicha información genética. Aunque técnicamente complejo, este estudio ofrece una visión intrigante sobre cómo podemos interpretar y medir la información almacenada en nuestro código genético.
El proceso para calcular esta cantidad es multifacético. Se toma en cuenta que aproximadamente el 80-90% del genoma carece de una función clara, aunque esto no implica que sea irrelevante. Además, los mecanismos de activación y desactivación de genes añaden otra capa de complejidad al problema. La posibilidad de comprimir la información genética, similar a lo que hacemos con archivos digitales, también juega un papel crucial en estas estimaciones.
Para entender mejor cuánta información codifica el ADN humano, debemos examinar su estructura básica. Conformado por cerca de 3.100 millones de pares de bases, cada uno puede asumir cuatro valores distintos (A, T, C, G). Esto significa que cada base podría representarse con 2 bits, resultando en aproximadamente 6.200 millones de bits o 775 megabytes sin compresión. Sin embargo, este número inicial varía significativamente cuando se aplican métodos avanzados de compresión.
El análisis técnico revela que la mayor parte del genoma aún no tiene una función completamente entendida, aunque esto no la convierte automáticamente en "basura". Además, la naturaleza diploide del ser humano agrega otro nivel de complejidad, ya que contamos con dos copias de cada cromosoma. Estas copias pueden activarse o desactivarse según ciertas condiciones específicas, afectando directamente la forma en que se interpreta la información genética. Por ejemplo, algunos investigadores argumentan que solo sería necesario contar una copia, mientras que otros sugieren que ambas deben incluirse para obtener un panorama completo.
La analogía entre la compresión digital y la estructura del ADN abre nuevas perspectivas en la medición de la información genética. Al igual que un archivo ZIP reduce el tamaño de un documento manteniendo su contenido esencial, parece que el ADN humano emplea formas eficientes de almacenamiento. Un método sugerido utiliza un "genoma estándar" como referencia, permitiendo almacenar únicamente las diferencias individuales. En este caso, la información necesaria podría reducirse a tan solo 15 MB.
Otra posibilidad contempla la compresión directa del ADN sin recurrir a un genoma de referencia. Esto aumentaría ligeramente el tamaño total de la información almacenada, situándola en torno a los 575 MB. El autor del estudio concluye que esta cifra representa un punto intermedio razonable entre las versiones más y menos comprimidas. También destaca que el ADN humano probablemente utiliza métodos de compresión relativamente simples, optimizados para generar organismos funcionales similares. Este hallazgo subraya no solo la eficiencia del diseño genético, sino también la importancia de estudiar estos mecanismos desde una perspectiva tecnológica.