En la rica gastronomía gallega, existe un dulce que ha cautivado paladares durante generaciones. Estas exquisiteces, conocidas como follas de limón, son una joya culinaria que combina la ligereza de una masa crujiente con el aroma sutil del cítrico. Este manjar se presenta como una opción perfecta para acompañar momentos de relajación junto a una taza de café o té. Además, su elaboración es especialmente celebrada durante la época de carnaval, cuando los sabores tradicionales cobran mayor protagonismo.
Las follas de limón tienen un origen fascinante que remonta a la frontera entre Galicia y Portugal. Esta receta viajó desde Tui hasta Mondoñedo, extendiéndose gradualmente por toda la región. En Lugo, estas delicias son especialmente populares. Aunque existen versiones similares en otras partes de España, como los paparajotes murcianos, las follas gallegas poseen características únicas que las distinguen. Su preparación, que data de tiempos medievales, ofrece un vistazo al patrimonio cultural culinario de esta comunidad autónoma.
La preparación de las follas de limón no solo preserva una tradición ancestral, sino que también nos invita a valorar y disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Al seguir esta receta, estamos manteniendo vivo un legado gastronómico que une generaciones y fortalece la identidad cultural. Cada bocado nos transporta a un pasado lleno de sabor y significado, recordándonos la importancia de conservar nuestras raíces mientras celebramos la diversidad culinaria de nuestro país.