Con profunda tristeza, el mundo de la música española despidió al icónico Iñaki Fernández, líder del grupo Glutamato Ye-Yé. Fallecido a los 64 años tras enfrentar una prolongada enfermedad, su legado perdurará como una figura clave en la cultura musical de los años 80. Reconocido por su imagen provocadora y su talento artístico, Fernández dejó huella con temas memorables que combinaban humor gamberro y mensajes sociales. Su contribución al movimiento conocido como "Hornadas irritantes" lo convirtió en un referente inolvidable para generaciones enteras.
A mediados de los años 70, Fernández junto a Ramón Recio fundaron Glutamato Ye-Yé, banda que pronto se destacaría dentro de la vibrante escena musical madrileña. Con canciones como "Todos los negritos tienen hambre (y frío)", el grupo logró trascender las barreras comerciales, alcanzando ventas notables gracias a su peculiar estilo. Este tema, particularmente, destacaba por su mezcla de sátira y conciencia social, convirtiéndose en uno de sus himnos más recordados.
En 1984, lanzaron un álbum homónimo bajo el sello Ariola, vendiendo cerca de 40.000 copias. Sin embargo, su éxito comercial no detuvo su evolución sonora. Un año después, exploraron nuevas direcciones musicales con "Guapamente", donde incluyeron "Alicia", una propuesta que incluso los llevó a considerar participar en Eurovisión. En 1986, presentaron "Vivesubida", marcando un giro hacia sonidos más roqueros.
Pese a su disolución oficial en 1986, la influencia de Fernández continuó viva. En colaboración con Ricardo del Castillo, formó Iñaki y Los Beatos, posteriormente renombrados como Los Pecadores debido a controversias legales. Aunque su carrera tomó giros diversos, nunca perdió su esencia innovadora y provocativa.
La partida de Iñaki Fernández deja un vacío imposible de llenar en la historia musical de Madrid. Sus letras irreverentes y su capacidad para capturar la esencia de una época seguirán resonando en corazones y mentes. Para quienes lo conocieron y admiraron, su genio creativo y carisma permanecerán siempre vivos en cada nota que compuso.