La Margarita, un cóctel de renombre mundial, ha trascendido generaciones y culturas, convirtiéndose en un símbolo atemporal. Su origen sigue siendo un misterio envuelto en diversas leyendas. Algunos atribuyen su nacimiento a Tijuana, mientras que otros mencionan Ensenada como el lugar donde una bailarina alérgica a casi todos los licores descubrió su sabor con tequila. Independientemente de su verdadero origen, la Margarita se ha consolidado como un clásico inigualable. Para celebrar su día internacional (22 de febrero), expertos comparten recetas que permiten recrear este mítico brebaje en casa.
En el corazón de México, durante los días soleados de febrero, se celebra el Día Internacional de la Margarita. Este evento no solo honra la tradición sino también la evolución del cóctel. Entre las variaciones más destacadas está la versión ahumada, que reemplaza el tequila tradicional por mezcal espadín, añadiendo notas terrosas y picantes que contrastan con la frescura del limón. Otra opción es la Margarita Limón con tequila Don Ramón, que mantiene la esencia original con un toque de miel de agave y flor de sal. También destaca la Margarita Manzanilla, que incorpora té de manzanilla y jugo de piña, creando una experiencia sensorial única. Por último, la Margarita de jengibre, creada por el Restaurante Pujol en Ciudad de México, ofrece un giro refrescante con sabores cítricos y especiados.
Desde una perspectiva culinaria, estas variaciones demuestran cómo un simple cóctel puede adaptarse y evolucionar sin perder su esencia. Cada versión de la Margarita nos invita a explorar nuevos sabores y experiencias, recordándonos que la tradición puede coexistir con la innovación. La Margarita, más allá de ser un simple cóctel, es un testimonio de la versatilidad y creatividad humana en la gastronomía.