El katsudon es un plato emblemático de la cocina japonesa que combina sabores y texturas en un bol de arroz blanco. Este manjar se caracteriza por incluir una chuleta de cerdo empanada con panko, acompañada de verduras y huevos revueltos. Es considerado un plato de buena suerte en Japón y ofrece un equilibrio nutricional entre hidratos, proteínas y vegetales. La preparación del katsudon es relativamente sencilla y puede ser parte de una cena japonesa completa junto a una sopa de miso y postre de mochis.
Los ingredientes principales para el katsudon incluyen arroz, caldo dashi, chuleta de cerdo, huevos y panko. Para comenzar, el arroz se cocina en caldo dashi para darle un toque umami o se puede cocinar con especias españolas si no se dispone del caldo japonés. Mientras tanto, la chuleta de cerdo se deshuesa, se aplasta ligeramente para hacerla más tierna y luego se empana usando harina, huevo y panko antes de freírla.
Una vez listos los componentes, el proceso de preparación sigue con la cocción del arroz durante 18 minutos hasta que esté tierno. Si no se tiene caldo dashi, se puede optar por una versión española con ajos y laurel. La chuleta de cerdo se salpimienta y se pasa por harina, huevo y panko antes de freír en abundante aceite. Además, se preparan huevos revueltos para acompañar el plato. Finalmente, todo se sirve juntos, creando un festín visual y gustativo.
El katsudon no solo es un plato sabroso, sino también un símbolo cultural en Japón. Se le atribuye como un plato de buena suerte debido a su rica combinación de ingredientes y su presentación apetitosa. En una cena japonesa típica, el katsudon puede ser el plato principal después de una sopa de miso y seguido de unos dulces mochis para finalizar la comida.
La presentación del katsudon es tan importante como su sabor. El arroz se coloca primero en el bol, seguido de los huevos revueltos y la chuleta de cerdo cortada en tiras encima. Este plato es completo y satisfactorio, ideal para quienes buscan una experiencia culinaria auténtica sin complicaciones. Además, la versatilidad del katsudon permite adaptarlo fácilmente a diferentes gustos y preferencias, manteniendo siempre su esencia tradicional japonesa.