La tramitación de la Ley del Cine ha sido un tema central en las discusiones parlamentarias, con el ministro de Cultura Ernest Urtasun comprometido a su aprobación antes de finales de 2025. Este proyecto, idéntico al que no se logró aprobar en 2023 debido a un adelanto electoral, enfrenta desafíos significativos debido a la fragmentación política y los retrasos en el proceso legislativo. Desde septiembre de 2024, el plazo de enmiendas ha experimentado múltiples extensiones, lo que ha ralentizado aún más su avance.
El camino hacia la aprobación de la Ley del Cine está plagado de obstáculos legislativos. Desde su inicio en la Comisión de Cultura, el proyecto ha enfrentado numerosos retrasos y modificaciones. El plazo de enmiendas, que comenzó en septiembre de 2024, ha sufrido hasta 19 extensiones, reflejando la complejidad y la necesidad de consenso entre los diferentes grupos parlamentarios. Estos retrasos ponen en evidencia la dificultad para avanzar en un escenario político fragmentado, donde cada fracción busca incluir sus propias prioridades en el texto legal.
Una vez cerrado el plazo de enmiendas, la Ley del Cine deberá pasar por varias etapas cruciales antes de su aprobación final. Primero, una primera lectura y votación en el Pleno de la Cámara si hay enmiendas a la totalidad. Luego, la reunión de la ponencia para emitir un informe con las variaciones incluidas en el texto. Después, un debate y votación en la Comisión para la aprobación de un dictamen, seguido de la presentación de votos particulares para defender las enmiendas no aceptadas. Finalmente, un debate y votación en Pleno antes de remitir el texto al Senado. Cada una de estas etapas es fundamental para garantizar que la ley sea exhaustivamente revisada y ajustada según sea necesario.
Ernest Urtasun ha enfatizado el intenso trabajo realizado desde el Ministerio de Cultura para llegar a acuerdos con otros grupos parlamentarios. A pesar de los desafíos, Urtasun asegura que la Ley del Cine será una realidad este año, subrayando su importancia para el sector. La fragmentación en el Congreso ha sido identificada como uno de los principales factores que han provocado estancamiento en la normativa, pero el compromiso del gobierno sigue firme. Esta ley es considerada imprescindible para impulsar la industria cinematográfica y cumplir con los compromisos europeos.
En la última gala de los Goya, Fernando Méndez Leite, presidente de la Academia del Cine, instó al ministro a avanzar en la aprobación de esta ley, prevista inicialmente para 2024. Los cambios en el Ministerio de Cultura y el intrincado escenario político han retrasado este texto, que fue elaborado en 2022 y es crucial para acceder a los fondos de recuperación de la Unión Europea. La aprobación de la Ley del Cine no solo beneficiará al sector cinematográfico, sino que también contribuirá a fortalecer la economía cultural del país, haciendo de ella una prioridad nacional.