El pollo en escabeche es una receta que ha perdurado a lo largo del tiempo, destacada por su sabor único y su versatilidad. Este plato tradicional combina el pollo con un conjunto de ingredientes que incluyen verduras y especias, todo ello cocinado en un caldo aromático con vino blanco y vinagre. La preparación permite disfrutar del pollo tanto caliente como frío, ofreciendo opciones para diferentes ocasiones. Además, esta técnica de conservación es una de las más antiguas del mundo, añadiendo un toque histórico a cada bocado.
La historia del escabeche se remonta a tiempos ancestrales, cuando era utilizado principalmente como método de preservación. Sin embargo, hoy en día, este plato no solo se valora por su utilidad sino también por su exquisito sabor. En esta versión particular, los ingredientes principales son medio pollo cortado, cebolla, zanahorias, ajo, vino blanco, aceite de oliva, caldo de pollo, vinagre de vino blanco, hojas de laurel y granos de pimienta. Cada elemento contribuye a crear una sinfonía de sabores que se complementan perfectamente entre sí.
El proceso de elaboración comienza con la limpieza y salpimentación del pollo antes de sellarlo en una cacerola a fuego fuerte. Posteriormente, se pochan las verduras hasta que estén bien cocidas. A continuación, se reincorpora el pollo junto con el vino blanco, permitiendo que el alcohol se evapore antes de añadir el resto de los líquidos y especias. Finalmente, todo se cocina lentamente durante unos 40 minutos, asegurando que el pollo quede tierno y completamente impregnado del rico sabor del escabeche.
Este plato es especialmente apreciado por aquellos que disfrutan de sabores intensos y equilibrados. El contraste entre el ácido del vinagre y el dulce de las verduras crea una experiencia culinaria memorable. Además, la posibilidad de servirlo tanto caliente como frío lo convierte en una opción versátil para cualquier momento del día. Ya sea como parte de una comida formal o como un bocado rápido, el pollo en escabeche siempre resulta ser un éxito.