En un momento de profunda tristeza para la música soul, el mundo despidió a uno de sus más grandes exponentes. Sam Moore, la voz aguda y vibrante que formó parte del icónico dúo Sam & Dave, falleció en Coral Gables, Florida. Conocido por éxitos como "Soul Man" y "Hold On, I’m Comin'", Moore dejó una huella indeleble en la historia musical. Su influencia se extendió más allá de su época dorada en los años 60, inspirando a generaciones de artistas como Michael Jackson, Al Green y Bruce Springsteen. Aunque su carrera con Dave Prater fue breve, su legado perdura en las melodías que revolucionaron el género.
En la cálida ciudad de Coral Gables, durante un amanecer invernal, el talentoso cantante Sam Moore dejó este mundo tras enfrentarse a complicaciones postquirúrgicas. Nacido en Miami en 1935, Moore comenzó su viaje musical en la iglesia, donde descubrió su pasión por el canto. En 1961, conoció a Dave Prater y juntos forjaron una alianza artística que transformaría la música soul. Bajo el sello Stax Records, el dúo grabó canciones que se convirtieron en clásicos atemporales, respaldadas por la banda de casa Booker T. & the MGs. Sin embargo, después de la década de los 60, el dúo se disolvió y Moore continuó su camino en solitario, enfrentándose a desafíos personales y profesionales. A pesar de ello, su contribución al rock and roll fue reconocida cuando fue incluido en el Salón de la Fama en 1992.
Moore también luchó contra la industria discográfica, denunciando injusticias en las prestaciones de jubilación. Su vida personal tuvo momentos de alegría, como su matrimonio con Joyce en 1982, quien le ayudó a superar su adicción a las drogas. En sus últimos años, continuó actuando y grabando, manteniendo viva su pasión por la música hasta el final.
Deja un vacío en el corazón de muchos fans, pero su legado permanece intacto. Sam Moore es sobrevivido por su esposa Joyce, su hija Michell y dos nietos.
Desde la perspectiva de un periodista, la muerte de Sam Moore nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de honrar y proteger el trabajo de aquellos que han dejado huellas imborrables en la cultura. Su historia es un testimonio de la perseverancia y la fuerza humana frente a adversidades. Moore no solo fue un cantante excepcional, sino también un símbolo de resistencia y dignidad en un mundo a menudo injusto.