El Hospital Universitario Departamental Santa Sofía de Caldas ha proporcionado la cuarta actualización sobre el estado de salud del banderillero colombiano Ricardo Santana, quien sufrió un grave accidente durante una corrida taurina en Manizales. Santana enfrenta una infección sistémica y su condición se ha deteriorado significativamente. Los médicos están realizando procedimientos intensivos para controlar la situación, incluyendo lavados abdominales y drenajes, pero su pronóstico sigue siendo incierto.
Tras el incidente inicial, los doctores han informado que Santana presenta una septicemia derivada de una peritonitis infecciosa. Aunque se han implementado medidas como lavados abdominales, su condición ha empeorado desde el momento del accidente. Este desarrollo pone de manifiesto la gravedad del daño interno sufrido por el paciente y la necesidad de intervenciones continuas para estabilizarlo.
Desde el primer informe médico emitido después del accidente, se destacaba la seriedad de las lesiones. Las primeras operaciones incluyeron el drenaje de sangre acumulada en la cavidad abdominal, extirpación del bazo y resección de tejidos no viables del páncreas. Además, se evaluó el riñón izquierdo sin necesidad de intervención adicional. Estos procedimientos fueron fundamentales para intentar controlar los daños internos y preparar el terreno para futuras revisiones médicas.
Los profesionales médicos continúan luchando contra el tiempo para salvar la vida del banderillero. Se han realizado múltiples intervenciones quirúrgicas, entre ellas, la apertura y cierre de la cavidad abdominal, así como la aplicación de técnicas avanzadas para manejar la inflamación y la infección. Sin embargo, el riesgo persistente de complicaciones mantiene a los médicos en alerta constante.
La evolución de Santana es monitoreada minuciosamente, con especial atención a signos de mejoría o empeoramiento. Los médicos han adoptado un enfoque proactivo al realizar lavados regulares y evaluar constantemente la respuesta del cuerpo del paciente a los tratamientos. A pesar de estos esfuerzos, la posibilidad de nuevas complicaciones permanece alta, lo que subraya la urgencia de mantener un cuidado intensivo y vigilancia continua. La próxima revisión programada dentro de 48 horas será crucial para determinar los próximos pasos en el tratamiento.