En una decisión histórica, la Corte Constitucional de Colombia estableció un precedente clave sobre el acceso a la información pública en entornos tecnológicos. La sentencia T-067 de 2025 protegió los derechos de un ciudadano que demandaba conocer el código fuente de CoronApp, una herramienta digital desarrollada durante la pandemia para monitoreo epidemiológico. Este fallo no solo revocó decisiones previas que negaron protección legal, sino que también reafirmó la importancia de la transparencia algorítmica como componente esencial del control democrático y la rendición de cuentas.
En un contexto donde las decisiones públicas cada vez dependen más de sistemas automatizados, la Corte Constitucional colombiana tomó una decisión crucial en el caso de CoronApp. En el otoño judicial de 2025, esta institución dictaminó que el Estado debe garantizar la transparencia en el uso de tecnologías digitales, especialmente cuando estas afectan derechos fundamentales. El ciudadano en cuestión solicitó acceso al código fuente de una aplicación estatal diseñada para rastrear el impacto del COVID-19. Aunque instancias anteriores desestimaron su solicitud, la Corte intervino reconociendo que la falta de transparencia en sistemas algorítmicos pone en riesgo la legitimidad democrática.
El fallo destacó que las tecnologías no deben quedar exentas de supervisión pública. Para ello, se instó al gobierno a elaborar lineamientos técnicos que faciliten la comprensión y evaluación de estos sistemas por parte de la ciudadanía. Además, se enfatizó la necesidad de equilibrar la publicación de información técnica con la protección de datos personales, garantizando tanto la seguridad como la transparencia.
Este caso representa un hito global dentro de la adaptación de derechos fundamentales al ámbito digital. Las autoridades judiciales son ahora llamadas a actuar como garantes activos del principio de publicidad, revisando cuidadosamente cualquier restricción al acceso a la información pública.
Desde una perspectiva práctica, la Corte ordenó la creación de directrices claras para asegurar que todas las entidades públicas implementen medidas que promuevan la transparencia algorítmica. Estas incluyen criterios de accesibilidad técnica, anonimización adecuada de datos y documentación comprensible.
Los retos institucionales son evidentes, pero las oportunidades son significativas. Al adoptar estándares de gobernanza digital centrados en derechos humanos, Colombia podría convertirse en un referente regional en la regulación responsable de tecnologías públicas.
De cara al futuro, este precedente impone la responsabilidad de adaptar marcos legales al contexto digital actual, fortaleciendo la relación entre tecnología, poder público y ciudadanía.
La transparencia algorítmica emerge como una herramienta vital para preservar la legitimidad democrática en un mundo donde la automatización y los algoritmos juegan roles cruciales.
Desde una perspectiva periodística, este caso subraya la importancia de que los gobiernos sean más abiertos respecto al funcionamiento interno de sus tecnologías. La decisión de la Corte Constitucional inspira un cambio cultural hacia la confianza y la responsabilidad en el desarrollo tecnológico estatal. Este tipo de avances demuestra que la justicia puede caminar junto a la innovación, garantizando que los derechos fundamentales no queden relegados ante la complejidad de lo digital.