La confusión comenzó con una disposición regional específica en Ucayali, específicamente en la provincia de Purús. El Decreto de Alcaldía N.º 003-2025-MPP declaró día no laborable el lunes 2 de junio, exclusivamente para esta región. Este evento celebraba el 43° aniversario de creación política de dicha jurisdicción. Sin embargo, esta medida fue interpretada erróneamente como una suspensión nacional de actividades escolares.
Lo curioso es cómo una decisión local terminó siendo amplificada hasta generar incertidumbre a nivel nacional. Muchos usuarios de redes sociales compartieron la noticia sin leerla detenidamente o incluso sin verificar su origen. Esta práctica ha generado una cadena de desinformación que afecta tanto a padres de familia como a estudiantes.
Esta situación ha causado una reacción negativa entre los ciudadanos peruanos, quienes expresaron su molestia ante la repetición constante de noticias falsas. Comentarios en plataformas digitales reflejan el hartazgo generalizado frente a este tipo de contenidos engañosos. Clara Rojas, por ejemplo, manifestó su indignación al señalar que “todos los días aparecen estas noticias absurdas”.
Otros usuarios también criticaron el manejo irresponsable de ciertas páginas informativas. Elke Ruiz comentó que ya no encuentra motivación para leer publicaciones debido a la falta de rigor periodístico. Esta percepción negativa ha erosionado la credibilidad de medios digitales que no verifican adecuadamente su contenido antes de publicarlo.
Ante la avalancha de consultas, trascendió que el Ministerio de Educación confirmó que las clases continuarían con normalidad el martes 3 de junio en todo el territorio nacional. A pesar de esto, Infobae Perú reveló que no existía ningún pronunciamiento oficial relacionado con una suspensión masiva de actividades escolares. Los feriados nacionales están claramente establecidos por ley y son aplicables tanto al sector público como al privado.
Por otro lado, los días no laborables pueden ser determinados por el Poder Ejecutivo o autoridades locales, pero su alcance es limitado geográficamente. En el caso de Purús, la medida solo afectó al sector público de esa región y fue compensable. Esto significa que cualquier hora no trabajada debía recuperarse posteriormente, sin impacto directo en el calendario escolar nacional.
Las repercusiones de estos rumores fueron más allá de la simple confusión. Docentes como Esther Ayala se sintieron afectados por acusaciones infundadas que cuestionaban su profesionalismo. En defensa de su labor, afirmó que "siempre mienten" y que estas falsedades generan prejuicios injustificados hacia los educadores. Su postura resalta la importancia de valorar el trabajo silencioso que realizan los maestros en beneficio de la sociedad.
Desde otra perspectiva, Danitza Palacios y Cristina Monar expresaron su frustración ante la falta de noticias relevantes en medio de tanta especulación innecesaria. Este fenómeno refleja cómo la desinformación no solo genera incertidumbre, sino que también afecta aspectos fundamentales como la planificación familiar y la percepción pública hacia profesionales clave en el desarrollo educativo del país.