Un reciente incidente ha intensificado la disposición del príncipe William de distanciarse del dúo formado por su hermano, el príncipe Harry, y Meghan Markle. Este caso involucra el uso indebido de un título real, lo que ha generado críticas y debate en los círculos reales. En particular, una empresaria compartió un regalo recibido de Meghan junto con una nota firmada utilizando un tratamiento oficial que ya no debía ser empleado tras un acuerdo previo con la familia real.
El episodio tuvo lugar cuando Jamie Kern Lima, directora ejecutiva de IT Cosmetics, reveló públicamente un presente enviado por Meghan Markle. Lo notable fue que el saludo en la tarjeta incluía el tratamiento formal “Con los respetos de Su Alteza Real, la Duquesa de Sussex”. Esto causó revuelo debido a que, en 2020, Harry y Meghan acordaron con la Reina Isabel II renunciar al uso de ese tratamiento tras su salida de la familia real británica. Aunque sus títulos nunca fueron oficialmente anulados, utilizarlos en este contexto parece contravenir dicho pacto.
El uso de este título ha provocado malestar dentro de la familia real, especialmente en William, quien percibe esta acción como una violación del compromiso establecido anteriormente. Este incidente refuerza las tensiones existentes entre los dos hermanos, marcando un capítulo más en la creciente división familiar. La controversia plantea preguntas sobre las implicaciones legales y éticas de mantener o abandonar ciertos privilegios nobiliarios después de separarse de la institución real.
La situación actual pone de relieve la complejidad de las relaciones dentro de la monarquía británica. Mientras algunos miembros buscan preservar la integridad de la institución mediante el cumplimiento estricto de acuerdos previos, otros enfrentan desafíos para adaptarse a nuevas realidades personales y profesionales. Este caso subraya cómo incluso detalles aparentemente pequeños pueden tener repercusiones significativas en el ámbito público y privado de la familia real.