El reconocido actor catalán Sergi López ha construido una carrera llena de contrastes, destacando tanto por su habilidad para interpretar villanos como por su humildad fuera de las cámaras. A sus 59 años, López se ha convertido en un referente en la industria cinematográfica gracias a su actuación en "Sirat", dirigida por Oliver Laxe, la cual le valió un prestigioso galardón en Cannes. Su estilo naturalista, que fusiona su personalidad con los personajes que interpreta, lo ha llevado a protagonizar más de cien películas en todo el mundo. Este artista, oriundo de Vilanova i la Geltrú, comparte sus reflexiones sobre el arte, la maldad y su identidad cultural.
Desde sus inicios como pastorcillo en la obra teatral "Els Pastorets" hasta su transformación en uno de los actores más versátiles del cine europeo, Sergi López ha transitado un camino lleno de experiencias únicas. En París, donde estudió bajo la tutela del maestro Jacques Lecoq, descubrió su pasión por la actuación sin perder nunca su esencia payasesca. Fue precisamente esta autenticidad la que llamó la atención de directores internacionales, quienes valoraban su capacidad para transmitir emociones genuinas frente a la cámara.
Aunque muchos lo asocian con papeles oscuros debido a su carisma poco convencional, López confiesa que solo ha interpretado malvados en pocas ocasiones. Su fama como villano surgió tras películas como "Harry, un amigo que os quiere" o "El laberinto del fauno". Sin embargo, insiste en que disfruta explorando ambos extremos del espectro humano, especialmente cuando puede dar vida al lado sombrío que todos llevamos dentro. Para él, encarnar figuras diabólicas representa una oportunidad para adentrarse en territorios creativos fascinantes.
Su vinculación con su tierra natal también define gran parte de su personalidad. Como defensor orgulloso de su catalanismo, López aboga por el derecho a la autodeterminación mientras critica la homogeneización cultural promovida por ciertos discursos globales. Cree firmemente que Europa debe ser un espacio donde diversas identidades puedan coexistir en armonía. A pesar de su éxito internacional, sigue siendo fiel a sus raíces, viviendo en Vilanova rodeado de personas que, paradójicamente, tal vez no hayan visto muchas de sus obras.
Con una carrera sólida y una visión única sobre el oficio actoral, Sergi López refleja cómo la honestidad y la perseverancia pueden llevar a alguien a trascender fronteras culturales y cinematográficas. Su trayectoria demuestra que incluso aquellos que parten desde lugares pequeños pueden llegar a impactar al mundo entero, siempre y cuando mantengan intacta su esencia.