En un viaje a través de la gastronomía peruana, el chef Giacomo Bocchio nos revela cómo la cocina se convierte en un puente entre tradición y modernidad. Durante más de dos décadas, este destacado profesional ha explorado los secretos de una culinaria rica y diversa, transmitiendo emociones y valores a través de sus platos. En esta entrevista, Bocchio comparte su visión sobre la importancia de las recetas como eje central de la cocina, la preservación de preparaciones ancestrales y cómo cocinar puede ser un acto de generosidad y reconciliación.

Una Conversación con el Alma de la Cocina Peruana

En el corazón del invierno, cuando las familias se reúnen alrededor de la mesa, ciertos platos adquieren un significado especial. Para Giacomo Bocchio, el pavo es el protagonista indiscutible de la Navidad. Este manjar, poco común durante el año, se convierte en un momento de celebración y conexión. Complementado con puré de camote y manzana, así como arroz árabe, estos sabores no solo evocan nostalgia, sino que también reflejan la diversidad cultural del Perú.

Bocchio nació en un entorno donde la restauración era parte del ADN familiar. Su abuelo gestionó un restaurante en Tacna durante medio siglo, convirtiéndolo en un punto de encuentro para locales y visitantes. Desde joven, el chef mostró una curiosidad insaciable por los procesos culinarios, observando cómo los ingredientes frescos se transformaban en obras maestras en la cocina. Esta pasión lo llevó a desarrollar una filosofía basada en la transmisión de conocimientos y emociones a través de la comida.

Su nuevo libro, "Eleva tu Juego Culinario", es un testimonio de esta dedicación. Con más de cien recetas, desde bases hasta postres, el volumen no solo enseña técnicas, sino que también inspira a quienes desean compartir momentos especiales en la mesa. Para Bocchio, el verdadero cocinero amateur es aquel que cocina con amor y dedicación, entregando tiempo y felicidad a los demás.

El chef enfatiza la importancia del conocimiento profundo en la preservación de la gastronomía peruana. Preocupado por la pérdida de recetas tradicionales, aboga por la estandarización y tecnificación para mantener viva la herencia culinaria. Ejemplos como la carapulcra muestran cómo la historia y cultura se guardan detrás de cada plato. Transmitir estos saberes a nuevas generaciones es crucial para mantener la riqueza de la cocina peruana.

Desde su perspectiva, cocinar y compartir son gestos poderosos que pueden abrir puertas y cambiar perspectivas. Un tupper con empanadas o una botella de chocolate caliente pueden ser el inicio de nuevas relaciones o la oportunidad para reconciliarse. La cocina es, para Bocchio, un espacio de comunión y aprendizaje, una forma de conectar con las raíces y enriquecer vidas.

Como periodista, me impresiona cómo la gastronomía puede ser un lenguaje universal que une a las personas. La filosofía de Bocchio nos recuerda que la verdadera magia de la cocina está en compartir y aprender juntos, creando vínculos que trascienden las barreras culturales y temporales. En un mundo cada vez más desconectado, la cocina ofrece un espacio para reconectar y celebrar nuestra humanidad común.