La reconocida empresaria y diseñadora jerezana, Inés Domecq, comparte su pasión por los platos fríos que refrescan las altas temperaturas de su región. Originaria de una familia con profundas raíces en Jerez, Domecq combina su amor por el diseño con una cocina sencilla pero elegante, destacando recetas como ensaladas creativas y platos tradicionales con un toque personal. En esta ocasión, nos revela sus secretos culinarios, incluidos dos platos emblemáticos: un ceviche de gambas y huevos fríos, ambos preparados para deleitar incluso en los días más calurosos.

Inspirada por sus veranos en el campo y reuniones familiares, Inés ha desarrollado un estilo único de cocina que celebra la naturalidad y la simplicidad. Su finca familiar en Jerez se convierte en un espacio donde la comida no solo es un acto cotidiano, sino también un medio para conectar con seres queridos. Desde su infancia, la cocina siempre fue un lugar de encuentro, lleno de conversaciones y risas alrededor de la mesa. Este ambiente le enseñó a valorar los ingredientes frescos y bien seleccionados.

Uno de sus platillos favoritos, el ceviche de gambas, es ideal para ocasiones festivas. Con un proceso de preparación cuidadoso, este plato combina sabores vibrantes y colores vivos. Las gambas marinadas en zumo de limón o lima adquieren una textura única tras reposar durante dos horas en la nevera. Los vegetales picados finamente, junto con especias y salsas, crean una mezcla armoniosa que invita a disfrutar cada bocado. Servido frío, puede acompañarse con tostadas o presentarse en copas individuales.

Por otro lado, los huevos fríos evocan recuerdos de comidas caseras bajo el sol del campo. Este plato requiere cocinar zanahorias, remolachas y patatas hasta que estén tiernas, triturándolas después para formar un puré cremoso. Acompañado de huevos escalfados y decorado con pimiento verde, este manjar es perfecto para servirse frío y ofrece un contraste visual y gustativo fascinante.

Para Inés Domecq, cocinar va más allá de simplemente preparar alimentos; es una forma de recrear el calor hogareño y compartir momentos inolvidables con amigos y familiares. Sus recetas, aunque simples en apariencia, transmiten una sofisticación natural que refleja su estilo de vida. Ya sea en invierno o en pleno verano, su arte culinario sigue siendo una fuente constante de inspiración y alegría.