Un emprendedor mexicano, Milton Gallardo, ha llevado su pasión por la cocina azteca al corazón de Galicia. Inspirándose en sus raíces y con una dedicación única, abrió La Chilanguita, un restaurante que combina autenticidad y tradición culinaria. En este espacio íntimo, Gallardo recrea platillos emblemáticos de su país natal utilizando métodos artesanales y productos naturales.
Más allá de ofrecer tacos y burritos, el negocio se ha convertido en un puente cultural entre México y España. Su trayectoria profesional, desde ayudar en una taquería hasta convertirse en un experto cocinero, refleja su amor por la gastronomía mexicana y su capacidad para adaptarse a nuevas realidades mientras mantiene viva su esencia.
Inspirándose en las costumbres de su ciudad natal, Milton Gallardo creó un lugar que evoca la calidez y sabor de México en O Carballiño. Este restaurante no solo ofrece comida, sino también una experiencia cultural que conecta dos mundos distantes. Desde los primeros tamales preparados durante el invierno hasta los populares tacos al pastor, cada plato representa un viaje culinario único.
Gallardo eligió cuidadosamente el local, situado en una calle histórica donde antes funcionaba un bar icónico. Transformó el espacio conservando su encanto original, destacando la madera y dándole un toque personal con elementos traídos directamente desde México. Con ayuda local, instaló un trompo especial diseñado por su padre, lo que le permite ofrecer carnes marinadas con recetas familiares. Esta combinación de tradición e innovación define la esencia de La Chilanguita.
Antes de llegar a España, Milton Gallardo aprendió el arte de la taquería paso a paso. Comenzó cortando ingredientes en una pequeña tienda y rápidamente desarrolló habilidades que lo llevaron a perfeccionar adobos y técnicas de cocción. Su interés por la cocina floreció gracias a las influencias de su madre, quien inspiró su pasión por los sabores auténticos.
Con un contrato laboral, Gallardo decidió trasladar su vida y conocimientos a Europa, estableciendo su hogar en O Carballiño junto a su familia. Su proximidad con los clientes y disposición para adaptarse a diferentes gustos han sido claves en el éxito de su negocio. Ofreciendo una amplia variedad de platillos como burritos, quesadillas y parrilladas, Gallardo demuestra que la autenticidad puede conquistar corazones incluso más allá del océano Atlántico. Su dedicación y habilidades culinarias continúan siendo el motor de su aventura empresarial.