En el mundo de las bodas, los ramos de novia son mucho más que un simple adorno floral. Estos accesorios pueden ser únicos y personalizados para reflejar la esencia de la pareja y su día especial. Los expertos recomiendan optar por flores de temporada y diseños que complementen el vestido nupcial. Además, la forma en que se atan las flores ha ganado importancia, con detalles como cintas bordadas, medallas y tejidos especiales que añaden un toque personal y significativo. Este artículo explora cómo las novias están innovando en la creación de sus ramos, incorporando elementos que van desde lo simbólico hasta lo estético.
La elección de las flores y la manera en que se presentan puede marcar la diferencia en un ramo de novia. Claudia, quien eligió un vestido de Luis Miranda Atelier, optó por un diseño minimalista compuesto solo por tres calas, una tendencia que cada vez gana más adeptas. Lo que le dio un toque único fue la cinta blanca bordada con sus nombres y la fecha de la boda en tono burdeos, un regalo de su cuñada y prima del esposo. Este detalle no solo embelleció el ramo, sino que también le otorgó un significado especial.
Otra novia, Andrea, trabajó junto al Taller de Lucía para crear un ramo pequeño pero lleno de color y variedad. La prometida aprendió a bordar antes de su boda y diseñó ella misma la cinta que sujetaba las flores. También incluyó dos medallas: una de la Virgen de Covadonga y otra de Santa Ana, elementos que le dieron un valor sentimental inigualable.
Esther, quien usó un vestido de Navascués, recibió un ramo de gerberas en tono melocotón de su hermana. El arreglo floral, realizado por Joana de Tinons, se completó con una cinta de flores estampadas y una medalla de la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres. Este elemento religioso, un regalo de su mejor amiga, le proporcionó un toque personal y emotivo.
Las cintas de terciopelo también son una opción popular entre las novias. Su textura suave y ligeramente brillante agrega elegancia y sofisticación. Marta, por ejemplo, llevó un ramo romántico atado con una cinta azul, cumpliendo así con la tradición de llevar algo en ese color. Ana, en cambio, optó por un lazo verde de terciopelo ancho que combinaba perfectamente con su ramo de paniculata de tamaño XL.
Otras novias prefieren utilizar retales del mismo tejido de su vestido para atar sus ramos. Loreto, quien contó su historia hace unos meses, quiso rendir homenaje a la madre de su esposo con un ramo compuesto principalmente de orquídeas. La empuñadura, hecha con un retal malva, armonizaba con el vestido y el estilo de la ceremonia. Esta opción permite que el ramo se integre perfectamente con el resto del look nupcial.
Incluir medallas en los ramos de novia es una práctica que va más allá de lo estético. Estos colgantes suelen tener un vínculo emocional con la novia, representando seres queridos, creencias religiosas o momentos importantes en su vida. Virginia, por ejemplo, incorporó una medalla de la Virgen en su ramo de rosas blancas de jardín. Mientras que Natalia, cuyo ramo fue creado por Lindabambolina, eligió una medalla grabada con los nombres de ella y su pareja, añadiendo un detalle íntimo y personal.
En resumen, los ramos de novia son una oportunidad para expresar creatividad y personalidad. Cada elemento, desde las flores hasta las cintas y medallas, puede contar una historia única. Al elegir cuidadosamente estos detalles, las novias pueden crear ramos que no solo sean hermosos, sino que también reflejen su identidad y hagan que su día sea aún más memorable.