En una historia que ilustra tanto las alturas como las dificultades del mundo del toreo, el matador colombiano Juan de Castilla comparte su experiencia personal sobre cómo pasó de disfrutar lujos a enfrentar duras realidades en tan solo 24 horas. Este relato forma parte de un libro titulado "Otras 300 anécdotas taurinas". En esta ocasión, Juan narra su debut triunfal en Bogotá y luego el desafío de llegar a un pequeño pueblo llamado Charta para otra presentación.

De Lujo a Humildad: La Historia de Juan de Castilla

En una época dorada pero también difícil del toreo, el joven torero Juan de Castilla vivió una experiencia inolvidable que marcó su carrera. Todo comenzó en la plaza de toros de Bogotá, donde su debut fue celebrado con todas las comodidades, incluyendo una estancia en una suite del Dann Carlton. Sin embargo, apenas un día después, tuvo que viajar al remoto pueblo de Charta, ubicado a diez horas de distancia. Este viaje lo llevó primero a Bucaramanga en autobús, donde encontró que su transporte había salido antes de tiempo.

Sin alternativas, tomó otro autobús que no llegaba directamente a su destino. A mitad del trayecto, fue dejado en medio de la selva sin opciones más que caminar hasta encontrar ayuda. Finalmente, un camión repartidor los llevó al pueblo, transportando a los toreros junto con frutas frescas. Su alojamiento en Charta no fue menos complicado: descubrieron que su habitación estaba ocupada por un perro sucio. A pesar de todo, Juan y su equipo torearon exitosamente, cortando orejas, antes de emprender nuevamente un largo viaje de regreso.

Desde la perspectiva de un lector, este relato subraya el sacrificio y la resilencia necesarios en el mundo del toreo. Nos recuerda que detrás de cada momento glorioso hay historias de esfuerzo y adversidad. Juan de Castilla convirtió estas experiencias en aprendizajes valiosos, demostrando que incluso en las situaciones más difíciles, el espíritu humano puede prevalecer.