La empresa Meta, propietaria de plataformas populares como Facebook e Instagram, ha generado preocupación al anunciar que a partir de mayo utilizará información personal de sus usuarios para entrenar sus sistemas de inteligencia artificial. Este movimiento ha despertado críticas por parte de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), quienes exhortan a los ciudadanos a proteger sus derechos antes de una fecha límite. Este caso se une a un historial previo donde Meta enfrentó denuncias similares por el uso indebido de datos personales sin consentimiento explícito.
Por un lado, se discute cómo Meta planea recolectar y emplear ciertos tipos de información pública. Por otro, las organizaciones defensoras de privacidad han emitido recomendaciones claras sobre cómo evitar involucrarse en estas prácticas, especialmente en lo referente a plataformas específicas como WhatsApp.
Meta está adoptando un nuevo enfoque para desarrollar sus tecnologías de inteligencia artificial mediante la utilización de datos públicos compartidos por sus usuarios. Esta decisión tiene precedentes recientes que han llevado a tensiones con reguladores de protección de datos. A pesar de haber sido obligada anteriormente a detener actividades similares, la compañía ahora retoma su estrategia basándose en ejemplos establecidos por otras empresas del sector.
Los detalles revelados muestran que la información seleccionada incluye publicaciones visibles para todos, perfiles registrados y actividades realizadas dentro de comunidades abiertas. Esto plantea dudas importantes sobre qué tan conscientes son los usuarios de cuándo están cediendo acceso a sus datos. Si bien Meta asegura no incluir menores ni acceder a conversaciones cifradas en WhatsApp, cualquier interacción directa con herramientas de IA podría formar parte de este proceso, generando inquietud entre expertos en privacidad digital.
Ante esta situación, la OCU ha proporcionado orientaciones específicas para aquellos que deseen limitar la recolección de sus datos. En plataformas como Facebook e Instagram, existe un mecanismo oculto pero efectivo para ejercer el derecho de oposición. Sin embargo, en el caso de WhatsApp, la recomendación es más cautelosa: evitar interactuar con funciones relacionadas con IA hasta que haya mayor claridad sobre cómo gestionar estas preferencias.
Para Facebook e Instagram, los usuarios pueden seguir pasos sencillos dentro de los ajustes de privacidad para negarse a ser parte de estos programas de recopilación de datos. Estas opciones, aunque disponibles, no siempre son evidentes para todos los usuarios debido a su diseño complejo. Además, la OCU subraya la importancia de reflexionar sobre el costo implícito de usar servicios gratuitos: nuestra propia información personal. En un mundo donde los avances tecnológicos dependen cada vez más de grandes volúmenes de datos, entender cómo se utilizan esos recursos resulta fundamental para tomar decisiones informadas.