En una temporada plagada de altibajos, el Valencia CF cerró su participación con una derrota ante el Athletic Club. El partido, jugado en Mestalla, dejó al equipo valenciano sin esperanzas de alcanzar los puestos europeos. A pesar de los esfuerzos, la falta de frescura y creatividad fue evidente, destacándose un golazo de Berenguer que selló el destino del encuentro.

La Batalla en Mestalla

En una tarde otoñal donde el viento soplaba suavemente sobre las gradas de Mestalla, el Valencia CF enfrentó al poderoso Athletic Club en una jornada crucial para sus aspiraciones europeas. Desde el inicio, quedó claro que ambos equipos presentaban diferentes realidades: mientras el Athletic ya aseguraba su lugar en la Champions League, el Valencia luchaba por mantenerse en la mitad de la tabla.

El primer tiempo estuvo marcado por un juego equilibrado pero impreciso. Las oportunidades fueron escasas, aunque destacaron un tiro cruzado de Rioja y una intervención clave de Unai Simón frente a Diakhaby. Sin embargo, justo antes del descanso, Berenguer mostró su calidad con un disparo inapelable desde la frontal, dejando sin opciones a Mamardashvili.

En la segunda mitad, los cambios tácticos no lograron alterar el curso del partido. Iñaki Williams ingresó buscando revitalizar al Athletic, mientras Corberán intentó darle más control a su equipo con Iván Jaime. Sin embargo, la historia estaba escrita. En los minutos finales, Mestalla se convirtió en un mar de emociones cuando despidieron con ovaciones a Jaume Domenech, recordando su icónico salto tras ganar la Copa del Rey en 2019.

Este partido refleja cómo la gestión de una larga temporada puede impactar significativamente en los resultados finales. La lección para el Valencia es clara: necesitará reforzarse tanto física como mentalmente si desea regresar a la pelea europea. Los aficionados, aunque decepcionados, pueden encontrar consuelo en momentos históricos como aquellos vividos con Jaume Domenech, quien deja un legado imborrable dentro del club.