La tarta árabe, aunque no es originaria del Medio Oriente, se ha convertido en un postre querido gracias a su crujiente masa brick y cremosa relleno. Esta receta destaca por su sencillez y exquisitez, combinando ingredientes accesibles que resultan en una experiencia culinaria memorable. La crema diplomática, elaborada con precisión, es el corazón de esta tarta, complementada por la textura única de la masa brick frita.
La preparación de la crema diplomática es fundamental para lograr el éxito de esta tarta. Este proceso requiere paciencia y atención a los detalles, desde la mezcla de los huevos con azúcar hasta la incorporación de la mantequilla al finalizar. La clave está en mantener una textura suave y evitar que la mezcla se pegue durante la cocción. Una vez lista, la crema debe enfriarse antes de combinarla con nata montada para obtener una consistencia aireada y ligera.
Para crear la crema diplomática perfecta, primero se baten las yemas de huevo con azúcar y esencia de vainilla hasta obtener una mezcla clara y cremosa. Luego, se tamiza la harina y se integra poco a poco sin desarrollar el gluten. Se añade la leche mientras se calienta la mezcla a fuego medio, cuidando de no dejar que hierva. Finalmente, se agrega la mantequilla y se revuelve bien antes de tapar con papel film para evitar que forme costra. Después de enfriar, se mezcla con nata montada para obtener una textura ideal.
Una vez que la crema diplomática está lista, llega el momento de armar la tarta capa por capa. Cada lámina de masa brick frita proporciona una base crujiente que contrasta maravillosamente con la suavidad de la crema. El montaje requiere distribuir pequeñas porciones de crema entre las láminas de masa, asegurando que cada bocado esté lleno de sabor. La decoración final con almendras laminadas, azúcar glas y frutos rojos completa este plato visualmente impresionante.
Antes de montar la tarta, se cortan láminas de masa brick en forma de obleas y se fríen brevemente en aceite de girasol para que queden crujientes. Las láminas se colocan sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Luego, se procede a ensamblar la tarta agregando pequeñas cantidades de crema diplomática entre cada capa de masa. Para finalizar, se decoran las capas superiores con almendras laminadas, azúcar glas y frutos rojos, creando un aspecto festivo y apetitoso. Este postre no solo deleita el paladar sino también el sentido de la vista.