En este año jubilar, Sant Jordi se ha convertido en una extensión natural de la Semana Santa. Con el féretro del Papa Francisco expuesto en el Vaticano, uno de los libros más destacados es "El loco de Dios en el fin del mundo", escrito por Javier Cercas. Este texto combina crónica, ensayo y autobiografía para narrar su viaje con el Papa a Mongolia. Mientras tanto, autores como María Dueñas y Pierre Lemaitre también han capturado la atención del público con sus nuevas obras. La celebración literaria ha generado una mezcla única de energía, alegría y entusiasmo entre escritores y lectores.
Con una participación masiva en las calles de Barcelona, Sant Jordi no solo celebra la literatura sino que también refleja cómo esta fiesta única une a toda la ciudad en torno al libro. Las ventas prometen igualar o incluso superar los récords anteriores, consolidando esta jornada como una de las más importantes para la industria editorial.
Javier Cercas ha transformado su experiencia personal en una obra que resuena profundamente con los lectores contemporáneos. Su libro, que mezcla géneros, ofrece una visión inusual sobre la figura del papa y su influencia global. En Sant Jordi, Cercas ha emergido como una especie de experto improvisado en temas vaticanos, respondiendo preguntas sobre el próximo cónclave papal mientras su obra lidera las listas de ventas digitales y físicas.
Este autor autoproclamado ateo e anticlerical ha logrado conectar con una audiencia amplia mediante un estilo único que combina reflexión personal y análisis profundo. Su presencia en eventos editoriales junto a otros escritores como Eva García Sáenz de Urturi y Paloma Sánchez-Garnica ha generado un ambiente vibrante lleno de intercambios intelectuales y momentos emotivos. Las firmas de libros han sido testigos de largas colas y conversaciones significativas entre autores y lectores, destacando cómo la literatura puede ser un puente poderoso entre diferentes perspectivas.
Más allá de las fronteras nacionales, escritores internacionales como Pierre Lemaitre han encontrado en Sant Jordi una plataforma única para conectar con sus lectores españoles. Este evento no tiene equivalente en ningún otro lugar del mundo, convirtiendo Barcelona en un epicentro literario donde libros y autores son verdaderamente valorados. El entusiasmo generalizado ha inspirado documentales y retratos fotográficos que capturan el alma de esta celebración.
Desde largas filas en librerías hasta sesiones de fotos creativas, Sant Jordi revela cómo la literatura puede movilizar a una ciudad entera. Autores locales e internacionales coinciden en destacar la singularidad de esta fiesta, que va más allá de simples transacciones comerciales para crear una experiencia colectiva llena de significado y emoción. Con cifras prometedoras de ventas y una facturación estimada que podría superar los 25 millones de euros, Sant Jordi confirma su papel crucial en la promoción y celebración de la palabra escrita en todas sus formas.