La respiración oral, un hábito que parece inofensivo, puede tener consecuencias significativas en el desarrollo facial de los niños. Según el Dr. Christian Calvo Henríquez, experto en otorrinolaringología, este comportamiento puede alterar la forma y estructura del rostro, afectando no solo la apariencia sino también la salud general del niño. Además de problemas estéticos, la respiración oral puede aumentar el riesgo de muerte súbita infantil y causar alteraciones posturales y del sueño. Para corregir este problema, es esencial un diagnóstico temprano y un tratamiento multidisciplinario.
La respiración oral puede modificar la morfología facial en niños debido a la influencia directa sobre los huesos del rostro, que son particularmente maleables durante los primeros años de vida. Cuando los niños respiran por la boca, la posición incorrecta de la lengua impide su función natural de estimular el crecimiento adecuado del maxilar superior. Esto resulta en una compresión maxilar y un alargamiento del rostro, lo que a menudo provoca falta de espacio para los dientes y alteraciones estéticas evidentes. Estas modificaciones pueden ser percibidas fácilmente por los padres, quienes suelen buscar ayuda profesional ante estos cambios visibles.
Además de las alteraciones faciales, la respiración oral puede desencadenar problemas posturales significativos. Los niños adoptan posturas compensatorias para mantener abierta su vía aérea, lo que conduce a desequilibrios musculares que se extienden desde el cuello hasta los pies. Esta cadena de compensaciones puede afectar la columna vertebral, hombros, pelvis y articulaciones inferiores, generando dolores crónicos y malformaciones estructurales. El Dr. Calvo Henríquez enfatiza que estas consecuencias pueden ser graves y duraderas si no se tratan a tiempo, impactando negativamente en la calidad de vida del niño.
Las razones detrás de la respiración oral en niños son diversas y complejas. Factores ambientales como la exposición a más gérmenes en guarderías y escuelas, junto con un aumento en las alergias debido a entornos excesivamente limpios, contribuyen a este fenómeno. Además, una alimentación cada vez más blanda debilita la musculatura de masticación, dificultando el mantenimiento de la boca cerrada. Aunque los especialistas reconocen estas influencias, aún persisten incertidumbres sobre las causas exactas que llevan a este hábito.
Para abordar la respiración oral, es fundamental un enfoque integral que incluya la colaboración de varios profesionales médicos. Primero, asegurar una buena respiración nasal es crucial. Esto puede lograrse mediante tratamientos médicos o quirúrgicos para despejar las vías nasales. Segundo, los ortodoncistas pediátricos juegan un papel clave en moldear el crecimiento correcto del hueso maxilar, mejorando la alineación dental y facilitando la respiración nasal. Por último, otros especialistas como logopedas y fisioterapeutas ayudan a recuperar funciones como la deglución y el tono muscular facial, asegurando que el tratamiento sea estable y efectivo. Cada caso requiere un plan personalizado, ya que las causas y manifestaciones varían ampliamente entre los pacientes.