Una famosa presentadora compartió su experiencia con el miedo a volar, un temor que fue creciendo poco a poco conforme avanzaba su carrera. Aunque inicialmente no le impedía viajar, después del nacimiento de sus hijos y durante un viaje a Nueva York con su esposo William, vivió una crisis de ansiedad abordo. Este evento marcó un antes y un después en su relación con los viajes aéreos.

Esta situación la llevó a enfrentar sus temores y buscar soluciones para manejarlos. Su preocupación por reunirse con sus hijos tras una larga separación desencadenó una crisis de pánico, lo cual resultó ser una experiencia traumática. Desde entonces, ha trabajado en superar esta fobia y continuar con su vida profesional y personal.

El Comienzo del Temor

En los inicios de su trayectoria profesional, la presentadora no mostraba señales de temor hacia los aviones. Sin embargo, conforme su carrera prosperaba, comenzó a sentir cierta desconfianza hacia los vuelos. Este cambio fue gradual y, aunque experimentaba algo de aprehensión, lograba mantenerse funcional y realizar sus viajes sin mayores complicaciones.

Con el tiempo, este miedo se manifestó más claramente. La presentadora mencionó que desarrolló una sensación incómoda relacionada con volar, pero aún así seguía subiendo a los aviones sin dejar que el temor la paralizara. Esto cambió cuando tuvo hijos, especialmente después de un largo viaje a Nueva York donde la expectativa de ver a sus pequeños despertó una ansiedad intensa que culminó en una crisis de pánico dentro del avión.

Superando el Miedo

La crisis de ansiedad vivida durante el regreso desde Nueva York marcó un punto de inflexión en su vida. Después de este incidente, la presentadora decidió tomar medidas para lidiar con su miedo a volar. A pesar de las dificultades, encontró formas efectivas para controlar su ansiedad y seguir adelante tanto en su carrera como en su vida familiar.

Este proceso implicó enfrentar sus emociones y buscar ayuda profesional si era necesario. Recordó cómo, durante ese vuelo particular, la mezcla de estrés, preocupación por sus hijos y un medicamento que no funcionó como esperaba, generaron una situación casi insostenible. Sin embargo, gracias a su determinación y esfuerzo, logró transformar esa experiencia negativa en una oportunidad para crecer y fortalecerse. Ahora, aunque sigue sintiendo algo de incomodidad al volar, ha aprendido técnicas que le permiten manejar mejor sus emociones y disfrutar plenamente de cada momento con su familia.