En el último encuentro antes de las vacaciones, el Real Madrid demostró su poderío al derrotar al Sevilla con un marcador de 4-1. Pese a la acumulación de partidos y los logros conseguidos durante el año, el equipo blanco no mostró signos de fatiga. Con goles de Mbappé, Valverde, Rodrygo y Brahim, el conjunto merengue cerró el año con una victoria que lo coloca a un punto del Atlético de Madrid en la tabla. La ausencia de Vinicius por sanción no impidió que Ancelotti desplegara una formación ofensiva que dominó el partido desde el inicio.

Un Inicio Arrollador Define el Ritmo del Encuentro

Desde el pitido inicial, el Real Madrid tomó el control del juego con intensidad y precisión. Los jugadores del Sevilla intentaron resistir, pero la velocidad y coordinación del ataque merengue fueron demasiado para ellos. En apenas minutos, el Madrid aprovechó los espacios dejados por la defensa sevillista y abrió el marcador con un tiro potente de Mbappé. Este gol marcó el tono del partido, ya que el equipo blanco continuó presionando sin descanso.

La primera mitad fue un espectáculo de intercambio de posiciones entre los atacantes del Madrid. Mbappé, Rodrygo y Brahim crearon constantemente situaciones de peligro, confundiendo a la zaga rival. El segundo gol llegó rápidamente, esta vez gracias a un disparo lejano de Valverde que sorprendió al arquero. El tercero no se hizo esperar, con Rodrygo poniendo cifras definitivas antes del descanso. Aunque Isaac Romero descontó para el Sevilla, el daño ya estaba hecho. El Madrid había sentenciado el duelo con un fútbol vistoso y efectivo.

El Segundo Tiempo: Manteniendo el Dominio y Pensando en el Futuro

Tras el descanso, el Real Madrid mantuvo su ritmo inicial, aunque con cierta relajación debido a la ventaja obtenida. Ancelotti realizó algunos cambios tácticos, pero el equipo no perdió la intensidad. Brahim amplió la diferencia con un cuarto gol, consolidando la superioridad del Madrid. A pesar de que el Sevilla intentó reaccionar con un tanto de Lukebakio, el resultado final reflejó el dominio claro del equipo blanco.

Este triunfo no solo sirvió para cerrar el año con broche de oro, sino que también posiciona al Madrid en una situación favorable para el inicio de 2025. La moral del equipo está en alto, y la combinación de jóvenes talentos como Brahim y figuras experimentadas como Mbappé promete mucho para el futuro. Ancelotti, consciente de la importancia de mantener el equilibrio, optó por algunas rotaciones, aunque Endrick no tuvo oportunidad de debutar. El Madrid entra al nuevo año con la confianza renovada y listo para enfrentar nuevos desafíos.