Novak Djokovic se enfrenta a un Open de Australia con una mezcla de emociones. Este torneo, que ha sido testigo de algunos de sus mayores triunfos, también le trae recuerdos de momentos difíciles. Con diez títulos en Melbourne, el tenista serbio busca superar la sombra del episodio vivido en 2022, cuando fue deportado por no cumplir con los requisitos de vacunación contra el COVID-19. Aunque las circunstancias han cambiado, Djokovic está decidido a dejar atrás el pasado y concentrarse en su regreso a la cancha.
Djokovic ha experimentado tanto éxitos como desafíos significativos en Melbourne. El año pasado marcó uno de los capítulos más controvertidos de su carrera cuando fue retenido en un hotel para inmigrantes ilegales debido a su falta de vacunación. Durante esa estancia, el jugador asegura haber recibido alimentos contaminados, lo que provocó graves problemas de salud. En una entrevista reciente, reveló que las pruebas toxicológicas detectaron altos niveles de metales pesados en su organismo, lo que atribuye a la comida proporcionada durante su encierro. Estos incidentes dejaron huella en su salud y en su estado físico.
La experiencia vivida en 2022 no solo afectó a Djokovic físicamente, sino también emocionalmente. Tras su deportación, tuvo que regresar a Serbia, donde enfrentó dificultades adicionales de salud. Sin embargo, el tenista ha optado por no profundizar en estos temas públicamente. Durante la conferencia de prensa previa al torneo, evitó hacer comentarios sobre las declaraciones que había hecho previamente, prefiriendo centrarse en el presente y mirar hacia adelante. Para él, es hora de pasar página y enfocarse en su juego.
Ahora, Djokovic se prepara para escribir un nuevo capítulo en su historia en Melbourne. Con la intención de dejar atrás el pasado y enfocarse en el presente, el tenista serbio busca volver a brillar en la cancha. Su determinación y resiliencia son evidentes, y aunque los desafíos persisten, Djokovic está listo para demostrar nuevamente por qué es uno de los mejores jugadores del mundo. El Open de Australia será la oportunidad perfecta para redimirse y continuar construyendo su legado en el tenis.