Fernando Verdasco, el experimentado tenista español, se prepara para poner fin a su carrera profesional de 24 años en el ATP 500 de Doha. Aunque inicialmente planeaba despedirse en Madrid o Barcelona, la oportunidad de jugar con Novak Djokovic en su hogar adoptivo le brinda un final digno y emotivo. La decisión de retirarse en Qatar, donde reside desde hace una década, ha sido tanto un consuelo como una sorpresa, ya que no pudo decir adiós en su ciudad natal debido a limitaciones en los torneos locales.
Verdasco siempre soñó con despedirse en su tierra natal, Madrid, pero las circunstancias lo llevaron a otra dirección. Las decisiones de los organizadores de los torneos españoles frustraron sus planes, llevándolo a buscar alternativas. Finalmente, la posibilidad de jugar en Doha junto a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, Novak Djokovic, resultó ser un cierre inesperadamente gratificante. Esta última participación en el dobles del ATP 500 de Doha marca el fin de una era para el madrileño.
La intención original de Verdasco era terminar su carrera en Madrid, su ciudad natal, durante el año anterior. Sin embargo, las wild cards para el Madrid Open estaban reservadas para jugadores representados por IMG, lo que excluyó al español. Posteriormente, intentó hacerlo en Barcelona, donde había ganado en 2010, pero tampoco obtuvo el lugar deseado. Estas situaciones provocaron un profundo dolor y decepción en Verdasco, quien había estado luchando con lesiones durante meses. A pesar de estas dificultades, decidió mantenerse tranquilo y respetar las decisiones de los organizadores. En cambio, encontró en Doha un escenario ideal para su despedida, donde vive desde hace diez años y donde puede compartir cancha con uno de sus mayores rivales y amigos, Novak Djokovic.
Más allá de la competencia, Verdasco aprovechó esta ocasión para reflexionar sobre su trayectoria y el impacto de jugar en una época dorada del tenis. Compartir pista con figuras legendarias como Nadal, Murray, Djokovic y Federer fue una experiencia que marcó su carrera y le dejó un sentimiento de orgullo. Aunque lamenta no haber podido ganar más torneos importantes debido a la presencia de estos jugadores excepcionales, reconoce la fortuna de haber compartido cancha con ellos durante tantos años.
A lo largo de su carrera, Verdasco enfrentó a algunos de los mejores jugadores de todos los tiempos, incluidos Rafa Nadal, Andy Murray, Novak Djokovic y Roger Federer. Reconoce que perder constantemente ante estos titanes fue un desafío constante, pero también una fuente de inspiración y crecimiento. Ganó algunas batallas notables, como en cuartos de Roma o semifinales de Montecarlo contra Djokovic, pero siempre se topaba con la figura imponente de Nadal en las rondas finales. Esta competencia feroz le impidió alcanzar mayores logros, pero también le permitió formar parte de una era dorada del tenis que muy pocos pueden presumir. Ahora, mientras se despide del circuito profesional, Verdasco mira hacia el futuro con optimismo, sabiendo que seguirá vinculado al tenis a través de eventos como la Legends Team Cup, donde podrá disfrutar de la competencia sin la presión de los grandes torneos. Además, desmintió cualquier rumor sobre convertirse en entrenador de Djokovic, enfatizando que su relación se limita a este último partido en Doha. Su legado queda sellado como un jugador que compitió contra los mejores y, aunque no siempre triunfó, siempre dio lo mejor en cada encuentro.