En Santiago, un destacado empresario ha puesto sobre la mesa una recompensa de un millón de pesos en busca de pistas verídicas que puedan llevar al paradero del niño Roldanis Calderón Vargas. Este caso, que ha generado preocupación desde hace más de un mes, ha movilizado no solo a las autoridades competentes, sino también a los familiares y amigos cercanos, quienes han asumido un rol activo en las investigaciones debido a la falta de avances significativos.

Desde el 30 de marzo, cuando el menor de tres años desapareció en la comunidad Los Tablones, en Manabao, Jarabacoa, su familia ha enfrentado una dura lucha por encontrar respuestas. Ramón Cabral, abogado representante de los padres, reveló que un empresario amigo de la familia, residente en Gaspar Hernández, decidió ofrecer esta recompensa con la esperanza de motivar a posibles testigos a compartir información relevante.

El abogado señaló que ante la lentitud oficial en resolver este caso, los familiares y allegados decidieron tomar cartas en el asunto. Según Cabral, es probable que alguien presente en la zona donde ocurrió la desaparición tenga conocimiento clave que podría ayudar a esclarecer lo sucedido. A pesar de esto, hasta ahora ninguna pista ha sido concluyente.

Aunque las autoridades continúan trabajando en el caso, como lo confirmó recientemente la magistrada Olga Diná Llaverías, directora nacional de Niños, Niñas, Adolescentes y Familia (DINNAF), los resultados siguen siendo escasos. Esta situación ha exacerbado la frustración de la familia, quien confía en que la recompensa pueda acelerar el proceso y proporcionar respuestas.

La desaparición de Roldanis Calderón Vargas sigue siendo un misterio sin resolver. Mientras tanto, sus seres queridos mantienen la esperanza viva y se aferran a cualquier oportunidad que pueda acercarlos a su regreso. La colaboración ciudadana se ha convertido en una pieza fundamental para avanzar en este caso, demostrando que la solidaridad puede marcar la diferencia en momentos críticos.