El líder del Partido Acción Nacional (PAN) ha propuesto reducir el precio de los combustibles hasta alcanzar un máximo de 20 pesos por litro. Este objetivo requeriría disminuir impuestos y encontrar alternativas para compensar pérdidas en ingresos gubernamentales. Sin embargo, analistas consideran que esta meta es difícil de lograr debido a la compleja estructura de costos en el sector energético.
La iniciativa presentada por el partido político sugiere cambios significativos en la política fiscal del país. El plan incluye reducir o eliminar ciertos impuestos aplicados a los combustibles, lo que podría resultar en un descenso de los precios al consumidor final. Además, se plantea una colaboración entre el gobierno local y nacional para implementar estas medidas.
El dirigente del PAN sostiene que el aumento en el costo de la gasolina no se debe únicamente a factores económicos globales o inflacionarios, sino principalmente a los altos impuestos nacionales. Según su perspectiva, si existiera voluntad política desde las autoridades encabezadas por Claudia Sheinbaum y Morena, sería viable reducir considerablemente el monto pagado por cada litro de combustible. Para materializar esta idea, Romero propone disminuir el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a diferentes tipos de gasolinas.
Un experto financiero examina críticamente la posibilidad de bajar el precio de la gasolina a 20 pesos por litro, destacando los retos inherentes a tal emprendimiento. La estructura actual de costos implica varios componentes que complican este objetivo, incluyendo el valor base del producto, gastos operativos, márgenes de ganancia y tributos estatales y federales.
Para que esta propuesta se convierta en realidad, serían necesarias tres vías principales: otorgar subsidios directos a los combustibles, que los empresarios acepten menores beneficios, o abolir completamente los impuestos relacionados con los combustibles. Cada opción presenta desafíos específicos. Los subsidios deberían haberse contemplado en el presupuesto económico anual, mientras que la eliminación de impuestos tendría un impacto significativo en las finanzas públicas, requiriendo soluciones alternativas para mantener el equilibrio fiscal.