La bandeja paisa es una de las preparaciones más icónicas de la cocina colombiana, originada en el corazón del país donde convergen Antioquia, Caldas, Risaralda y Quindío. Este plato tradicional combina diversos sabores y texturas que lo convierten en una experiencia culinaria inolvidable. Prepararlo requiere tiempo y dedicación debido a sus múltiples componentes, pero el resultado final compensa con creces.
El proceso para crear esta obra maestra comienza con los frijoles rojos, cuya cocción exige paciencia y precisión. Acompañados por un guiso aromático, chicharrón crujiente, carne sazonada, huevos fritos y otros complementos como plátanos maduros, chorizos, aguacates y arepas, este plato no solo satisface el paladar sino también la cultura culinaria colombiana.
Uno de los pilares fundamentales de la bandeja paisa son los frijoles rojos cocidos al estilo auténtico. Estos se remojan previamente durante doce horas antes de ser hervidos junto con varios ingredientes naturales que realzan su sabor único. Una vez blandos, estos se mezclan con un sofrito especial compuesto por tomates frescos, cebollas moradas y especias como el comino y achiote para formar un guiso intenso y lleno de aroma.
Para lograr unos frijoles excepcionales, primero deben remojarse durante toda la noche. Al día siguiente, se escurren y se colocan en una olla exprés junto con zanahorias, cilantro, cebollas largas y ajos picados. Después de veinte minutos bajo presión, se retiran algunos ingredientes sólidos y se licúa parte de la mezcla junto con la zanahoria cocida para obtener una consistencia cremosa. Finalmente, este puré regresa a la olla donde se integra con el sofrito elaborado aparte hasta alcanzar una textura espesa y rica.
Otro aspecto crucial de la bandeja paisa es el chicharrón de cerdo, conocido por su textura crujiente y sabor salado. Su preparación incluye una técnica específica que asegura que cada trozo quede perfectamente dorado y apetitoso. La carne picada, por otro lado, añade otra capa de sabor gracias a su marinada con especias locales y su cocción cuidadosa.
El chicharrón empieza con una deshidratación de la piel mediante sal abundante dejada reposar durante media hora. Luego, se usa bicarbonato y jugo de limón para intensificar su crocancia antes de freírlo en una freidora de aire caliente. Mientras tanto, la carne picada se cocina en una sartén con tomates frescos, cebollas y ajos finamente cortados, aderezándola con hierbas frescas como tomillo y orégano hasta que esté completamente hecha y bien integrada con todos los sabores. Ambos elementos son esenciales para completar el conjunto armonioso de sabores que define la bandeja paisa.