En una jornada intensa, Marc Márquez compartió su experiencia sobre cómo manejó una carrera desafiante donde las estrategias fluctuantes y errores previos marcaron su decisión final. Aunque comenzó con dudas tras observar a sus rivales como Pecco y Álex, decidió adoptar un enfoque conservador para evitar riesgos innecesarios. Este cambio táctico fue crucial, ya que buscaba no solo puntos, sino también recuperar la confianza perdida.
El piloto reveló que los momentos más complicados fueron las últimas vueltas, cuando la concentración tiende a disminuir. Reconoció que avanzar al máximo permite actuar por instinto, pero admitió que relajarse puede ser peligroso. Además, mencionó que tras errores cometidos en otras competencias, ya no podía permitirse fallas adicionales si quería aspirar al campeonato.
Marc Márquez enfrentó una situación única durante esta carrera, donde optó por minimizar riesgos después de haber cometido errores previos en Austin y Jerez. En lugar de innovar, siguió el ejemplo de Álex, lo que le permitió mantenerse enfocado y evitar posibles contratiempos. Esta elección fue fundamental debido a la presión acumulada y la necesidad imperiosa de proteger su posición en el campeonato.
A medida que avanzaba la competencia, Márquez reconoció que debía tomar decisiones estratégicas cuidadosamente. Durante la vuelta de reconocimiento (sighting lap), notó que Pecco se dirigía a la parrilla y esperó pacientemente para analizar qué haría Álex. Este análisis detallado influyó en su decisión de mantener una postura defensiva y calmada durante la carrera. A pesar de tener controlados a sus oponentes, la tentación de aumentar su ritmo persistía, pero prefirió mantenerse estable frente a cualquier imprevisto.
Uno de los aspectos más exigentes de la competencia fueron las últimas cinco vueltas, etapa en la cual la capacidad de concentración empieza a menguar considerablemente. Para Márquez, este fue un desafío clave, ya que requería mantener un equilibrio perfecto entre velocidad y precaución. Su habilidad natural de actuar por instinto al ir al 100% contrastaba con momentos en los que la relajación amenazaba su rendimiento.
Tras declaraciones anteriores en Jerez, quedó claro que los errores no podían repetirse si aspiraba a luchar por el campeonato. Esto implicó ajustar su enfoque y priorizar la seguridad sobre la agresividad. Cuando Fermín realizó una vuelta adicional, Márquez sintió incertidumbre y decidió entrar sin demora. Esta acción demostró su adaptabilidad bajo presión y su capacidad para reaccionar rápidamente ante situaciones inesperadas. Al final, todo convergió hacia una victoria estratégica que fortaleció su determinación en el camino hacia el título.