El Día Mundial de la Pizza, celebrado el 9 de febrero, honra un plato que trasciende las fronteras culinarias para convertirse en un símbolo cultural. Su origen se remonta a Nápoles, Italia, donde fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2017. En Argentina, la pizza ha evolucionado, incorporando influencias locales y convirtiéndose en una parte esencial de la gastronomía nacional. Los chefs argentinos han innovado con nuevas técnicas y recetas, manteniendo viva esta tradición culinaria.

La Evolución de la Pizza en Argentina

La pizza en Argentina ha adoptado una identidad única, fusionando la herencia italiana con variaciones locales. Este proceso comenzó con los inmigrantes genoveses, quienes introdujeron la focaccia cocida en moldes. Con el tiempo, la pizza se consolidó como un negocio floreciente, especialmente en Buenos Aires. La riqueza de productos disponibles en el país permitió crear pizzas más abundantes y diversas, distanciándose de la versión napolitana original.

Los chefs argentinos han contribuido significativamente a la evolución de la pizza. Danilo Ferraz, maestro pizzero en Hell’s Pizza, destaca cómo la pizza se ha vuelto tan popular como el asado o las empanadas. Explica que la llegada de los inmigrantes genoveses marcó el inicio de esta tradición, introduciendo no solo la pizza sino también el moscato y la fainá. Además, Ferraz comparte su receta de pizza Giuliani, que incluye una base de harina 000 y semolín, fermentada durante 48 horas para obtener una masa ligera y crujiente.

Innovación y Técnicas en la Elaboración de la Masa

La elaboración de la masa es fundamental para lograr una pizza de calidad superior. Gabriel Dellepiane, chef marplatense, señala que la pizza ha ganado protagonismo en Argentina tras la pandemia, destacando su versatilidad y facilidad. La evolución en la preparación de la masa y los ingredientes ha mejorado significativamente el producto final. Los chefs han experimentado con variedades de queso, fiambres e incluso guisados sobre la pizza, ampliando su alcance en la gastronomía.

La técnica de fermentación en frío es clave para obtener una masa más aireada y sabrosa. Según los expertos, este proceso puede extenderse hasta 72 horas a temperaturas entre 5 y 7 grados. Esto permite desarrollar una textura más ligera y un sabor más intenso. Dellepiane comparte su técnica para una masa ideal, que incluye ingredientes como harina, agua, levadura y sal. La masa se amasa durante 10 minutos y luego reposa entre 1 y 3 horas antes de formar bollos y dejar fermentar en frío. Esta atención al detalle asegura una pizza excepcionalmente deliciosa y auténtica.