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La Tradición Gastronómica de la Familia Real Monegasca
2024-12-25

En un reino donde la tradición y el sabor se entrelazan, la familia real de Mónaco ha cultivado una pasión por las artes culinarias que trasciende generaciones. Alberto II continúa con este legado, dedicando tiempo a conversar con Christian García, el chef del palacio, quien ha trabajado allí durante más de tres décadas. Este artículo explora cómo la cocina se convierte en un puente entre la historia y el presente, destacando momentos especiales como la enseñanza de recetas tradicionales a los jóvenes miembros de la familia. Además, se destaca la participación activa del príncipe en su huerto ecológico y en la preparación de festividades navideñas, donde la gastronomía juega un papel central.

Detalles de la Tradición Culinaria Real en Mónaco

En el corazón del Principado de Mónaco, durante los días festivos, se vive una atmósfera especial que gira en torno a la mesa familiar. El príncipe Alberto II, junto con la princesa Charlène y sus hijos Jacques y Gabriella, lideran estas celebraciones con gran entusiasmo. En esta época del año, no solo encienden las luces de Navidad y reparten regalos a los niños, sino que también preparan paquetes gourmet para los mayores en colaboración con la Cruz Roja. La cocina del palacio se llena de aromas exquisitos, desde pavo con castañas hasta brandada de bacalao con jugo de trufa y perejil. Entre las recetas que han cautivado tanto a residentes como visitantes está la lubina mediterránea, un plato sofisticado que combina ingredientes locales con técnicas culinarias refinadas. Este manjar, cuya receta fue revelada por el propio chef del palacio, refleja la riqueza cultural y natural de la región.

El proceso de preparación de la lubina es un arte en sí mismo. Comienza con una mezcla de harina de garbanzos y romero, que reposa en el frigorífico antes de ser utilizada. Luego, se doran las cáscaras de bogavante junto con verduras y se desglasea con vino tinto, creando una base sabrosa para el caldo. A continuación, se pochan chalotas y se añaden acelgas y gambones, mientras que otras verduras se preparan suavemente en aceite de oliva. Las alcachofas, hervidas y cortadas, se rellenan con las verduras cocidas, mientras que las tortitas de socca se enrollan con acelgas y gambones. Finalmente, los filetes de lubina se estofan y se sirven sobre un lecho de habas trituradas, acompañados de mojama, alcachofas rellenas y pequeñas zanahorias.

Desde la perspectiva de un observador, estas actividades no solo son una demostración de amor hacia la buena comida, sino también un testimonio de cómo la tradición puede mantenerse viva a través de acciones simples pero significativas. La implicación personal de la familia real en cada detalle de la preparación y distribución de alimentos durante las fiestas navideñas inspira a quienes valoran la importancia de compartir momentos especiales alrededor de la mesa.

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