Televisión
La verdadera cara de la represión y el poder vicioso
2024-12-05
Cuando el amanecer del 24 de febrero de 2022 nos despertó en Kiev con explosiones en la lejanía, envié la crónica urgente más amarga de mi vida. La guerra había comenzado y nos trajo un cambio drástico en nuestro mundo.
El mensaje ruso y su impacto
El viejo mundo del fin de la historia se vio confrontado con el totalitarismo ruso. Este régimen nos ha convencido de que no necesitamos asociarnos, partidos o medios de verdad. Ahora, el gobierno pone firme a todo el mundo y no existen medios ni jueces para denunciarlo. El mensaje adormecedor y victimista que trata de imponer la propaganda rusa nos dice que nuestras alianzas de seguridad crean inseguridad y que nuestras uniones políticas son antidemocráticas.Pero hemos consumido casi un cuarto de siglo en el que la paz ha sido la norma en Europa. Y ahora, frente a un presente impresentable, debemos preguntarnos qué significa una Europa que acuerda leyes si hay un país que decide fronteras.Las dictaduras y su futuro
Las dictaduras prolongan el presente, pero no tienen futuro. Por eso, matan cualquier cosa que sea nueva. En Rusia, la integración europea es vista como una alternativa aburrida a las aventuras del colonialismo y a la guerra. Y la UE está en la mirilla, ya que sabemos que no podemos ser ingenuos y creer que hay dos Vladimir Putin.Rusia no es nuestra dictadura del pasado, sino la dictadura del futuro. Si no cuidamos la limpieza del sistema y no somos exigentes con cada gobierno, podemos llegar a ser como ellos. Los contrapesos siempre son más limpios que el poder, y el poder siempre es más vicioso que sus contrapesos.El papel del corresponsal
Como corresponsal, tenemos la responsabilidad de escribir sin miedo sobre el gobierno, como si no nos estuviera vigilando. Pero también debemos escribir con cuidado sobre la gente del país donde estamos, como si de verdad pudieran leernos al día siguiente. No podemos olvidar que el paso del autoritarismo al totalitarismo es una lección para nosotros.Alguien señaló hace poco dónde está el punto de inflexión en la democracia: llega cuando la gente asume que la dictadura no funciona. Y mostrar la verdadera cara de la represión es tan urgente para que un día la tiranía acabe o, al menos, no exporte sus patrañas al continente en el que nos hemos acostumbrado a ser libres.