En medio de tensiones diplomáticas, la Presidenta mexicana Claudia Sheinbaum Pardo ha demandado explicaciones al gobierno estadounidense sobre el ingreso a su territorio de familiares de Ovidio Guzmán López, un líder del Cártel de Sinaloa recientemente acusado de terrorismo. La mandataria cuestionó por qué estos individuos fueron admitidos en un país que se declara contrario a negociar con terroristas. Este caso ha generado preocupación y debate sobre posibles acuerdos entre las autoridades norteamericanas y miembros del cártel. Además, Sheinbaum reiteró su oposición a la clasificación de algunos criminales mexicanos como "terroristas" por parte de EE.UU., advirtiendo contra cualquier intento de injerencia extranjera.
El conflicto surgió tras la decisión de Estados Unidos de imputar cargos de terrorismo contra dos líderes del Cártel de Sinaloa. En respuesta, la presidenta Sheinbaum solicitó formalmente una investigación para esclarecer si existen acuerdos previos con estos grupos criminales. Según ella, es crucial determinar por qué los familiares de Ovidio Guzmán, un criminal extraditado previamente desde México, pudieron ingresar al territorio estadounidense sin mayor escrutinio público. Esta situación plantea dudas sobre las políticas migratorias y de seguridad aplicadas en ese país.
La Fiscalía General de la República (FGR) desempeñará un papel fundamental en este proceso, ya que presentará una solicitud oficial al Departamento de Justicia de EE.UU. para obtener información detallada sobre el manejo del caso Guzmán. Sheinbaum destacó que, dado que Ovidio fue extraditado bajo jurisdicción mexicana, corresponde a la FGR liderar esta petición legal. Asimismo, enfatizó la necesidad de mantener una relación basada en la colaboración mutua más que en actos de subordinación.
Paralelamente, se han intensificado las operaciones conjuntas entre fuerzas de seguridad de ambos países. Recientemente, en una operación coordinada en Sinaloa, se desmantelaron tres laboratorios clandestinos dedicados a la producción masiva de drogas sintéticas. Participaron agentes del ICE y otras agencias federales estadounidenses junto con el Ejército y Marina mexicanos. Estas acciones demuestran cómo puede funcionar la cooperación binacional en temas relacionados con el crimen organizado.
Finalmente, la presidenta subrayó la importancia de proteger la soberanía nacional frente a definiciones externas que puedan afectarla. Recordó la reforma constitucional propuesta para sancionar actos injerencistas y ratificó su compromiso con una política exterior independiente. Aseguró que México continuará gestionando sus asuntos internos conforme a sus propias leyes y principios, manteniendo una postura firme ante cualquier presión internacional.