En una operación estratégica llevada a cabo por las fuerzas de seguridad israelíes, se logró la captura de miembros del grupo Hamás y el descubrimiento de un sistema subterráneo avanzado. Este complejo servía como base operativa clave para los líderes terroristas en la región de Shabura, cerca de Rafah. A través de información obtenida durante interrogatorios, las tropas localizaron e inutilizaron este centro, además de confiscar armamento y equipos militares.
En mayo del presente año, soldados pertenecientes a la unidad especial Yahalom y otras divisiones bajo el liderazgo de la 188.ª Brigada ejecutaron una misión guiada por datos de inteligencia recopilados previamente. Estos incluyeron revelaciones críticas proporcionadas por individuos vinculados al Hamás, quienes fueron detenidos tras enfrentamientos en la zona de Rafah.
El sistema subterráneo identificado tenía aproximadamente un kilómetro de largo y alcanzaba una profundidad de 25 metros. Este lugar estaba equipado con instalaciones esenciales para su funcionamiento prolongado, como áreas de dormitorio, baños, cocinas reducidas y salidas reforzadas. Su diseño sofisticado reflejaba la intención de garantizar la permanencia discreta de sus ocupantes.
Además de neutralizar esta infraestructura, las tropas exploraron otros puntos cercanos donde encontraron arsenales militares que también fueron decomisados y eliminados. Este hallazgo evidencia la importancia de las campañas de inteligencia en la lucha contra las actividades ilegales en la región.
Concluida la intervención, las autoridades destacaron la efectividad de la cooperación entre diversas unidades militares y de seguridad. La operación no solo contribuyó a debilitar significativamente la capacidad operativa de Hamás, sino que también envió un mensaje claro sobre la determinación de mantener la estabilidad en la zona fronteriza.