Fue un revuelo cuando Alfonso ‘Pacha’ Espino iba en autobús a entrenar a Nacional. Aunque estaba en Primera División, veía esto como algo normal. Los conductores lo conocían y lo ayudaban. Para él, no era nada sacrificado, ya que siempre había ido en autobús, incluso dos horas para ir a entrenar cuando era más pequeño. Esto fue una parte importante de su trayectoria y lo ayudó a madurar.
El hecho de viajar en autobús le enseñó a valorar la simplicidad y la perseverancia. No importaba el medio de transporte, lo importante era llegar al destino y trabajar duro. Esta experiencia le dio una perspectiva única y lo convirtió en un futbolista más maduro y resiliente.
Alfonso ‘Pacha’ Espino acaba de recuperarse de una fractura de peroné. Cuando se le preguntó cómo estaba y cómo lo había vivido, respondió que jugó el otro día en Copa y se sentía bien, aunque tenía miedo en la primera parte. No le dolía y se sentía bien, ya que era la primera lesión grave de su carrera. Fue un momento difícil, pero logró recuperarse y volver al campo.
Durante el periodo de recuperación, fue a Uruguay y disfrutó de la familia. Aunque había días difíciles, pudo relajarse y recuperar fuerzas. Ahora, está listo para volver al fútbol y enfrentarse a nuevos desafíos.
En Uruguay, se enseña a ganar desde muy temprana edad. Esto les da un gen competitivo que los hace hacer cualquier cosa por ganar. Alfonso ‘Pacha’ Espino cree que esto es una característica distintiva de los uruguayos en el fútbol. En comparación con España, donde hay más formación técnica, los uruguayos venían sin saber controlar el balón, pero tenían un deseo innato de ganar.
Esta educación les ha dado una actitud competitiva que se refleja en el campo. Ellos están dispuestos a utilizar cualquier trampa o estrategia para ganar, ya que desde los cinco años están deseando ser campeones. Esto les ha ayudado a convertirse en futbolistas fuertes y tenaces.
Alfonso ‘Pacha’ Espino tiene una relación cercana con otros uruguayos en Madrid, como Damián Suárez. Se encuentran en la misma banda y comparten momentos como asados y cumpleaños. Aunque no tienen mucho trato todos los días debido a sus horarios de juego, cuando se ven, se hablan mucho.
Esta relación con los uruguayos en Madrid le da un sentimiento de pertenencia y apoyo. Son como una familia lejos de casa y le ayudan a mantenerse conectado con su país y su cultura.
En un momento complicado de su carrera, Alfonso ‘Pacha’ Espino comenzó a trabajar con un psicólogo deportivo. Esto le ayudó a manejar sus emociones y a superar las dificultades. Cuando tuvo un momento de frustración al no ser convocado a la selección, el psicólogo le dio la perspectiva de que el fútbol era secundario y que la familia era lo primero.
Actualmente, sigue trabajando con el psicólogo, aunque en momentos de lesión ha pedido un descanso. El psicólogo le ayuda a mantener un equilibrio emocional y a no calentarse demasiado en el campo. Esto le ha permitido ser un futbolista más maduro y confiado.