El pasado 1 de junio, México llevó a cabo su primera elección judicial, un proceso inédito que buscaba integrar nuevos miembros al Poder Judicial mediante el voto ciudadano. Sin embargo, esta experiencia fue descrita por muchos como confusa debido a la falta de información adecuada sobre los candidatos y sus propuestas. Aunque el Instituto Nacional Electoral (INE) puso a disposición una plataforma con detalles de los postulantes, muchos votantes afirmaron desconocer completamente a las personas cuyos nombres aparecían en las boletas.
En una colonia emblemática de Ciudad de México, la Juárez, dentro de la alcaldía Cuauhtémoc, diversos ciudadanos expresaron su desconcierto tras participar en este histórico evento. Estela Santiago, una residente local, mencionó que no tenía conocimiento previo de ningún candidato y supuso erróneamente que las candidaturas estaban ligadas a partidos políticos. También destacó la dificultad para obtener información clara sobre los aspirantes, lo que limitó su capacidad de participación informada.
Rafael Ríos compartió su frustración al considerar que memorizar o conocer a todos los candidatos era prácticamente imposible. En su caso, optó por marcar únicamente aquellos perfiles más visibles, dejando vacías varias secciones de la boleta. Bernardo Rosas, otro votante, enfrentó problemas adicionales al no encontrar su casilla asignada, lo que refleja la falta de claridad organizativa. Finalmente, Mario Hernández sugirió que futuros procesos deberían ser más segmentados, permitiendo elegir primero jueces locales antes de abordar nombramientos federales.
A lo largo del día, la observación directa en diversas casillas reveló una baja participación. En la sección 4865, por ejemplo, solo unas pocas personas acudieron durante horas clave, mientras que en la sección 4864, cerca de dos horas antes del cierre, se estimó que apenas unas 150 personas habían ejercido su derecho al voto.
Desde una perspectiva periodística, este ejercicio electoral plantea importantes reflexiones sobre cómo involucrar mejor a la ciudadanía en decisiones fundamentales. Es evidente que la comunicación oficial no logró alcanzar a amplios sectores de la población, especialmente aquellos menos familiarizados con tecnologías digitales. Para mejorar futuros procesos electorales similares, es crucial implementar campañas informativas más accesibles y creativas, posiblemente utilizando medios tradicionales como televisión y radio, además de fortalecer plataformas digitales. Este primer paso hacia la democratización del Poder Judicial debe servir como lección para garantizar mayor transparencia y participación en adelante.